Los 6 errores de los padres que quieren educar en positivo

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Educar en positivo. Suena bonito, sí. Se ha puesto de moda, si. Pero ¿qué significa? ¿Cómo lo podemos llevar a cabo? ¿Qué errores podemos cometer?

La educación en positivo es una formación basada en parte en la disciplina positiva pero que incorpora otros aspectos importantes como la neurolingúística y la neuropsicología para ayudar a padres y educadores a facilitar el desarrollo positivo del niño.

Tiene en cuenta las necesidades del niño, sus capacidades y momento de desarrollo para ayudar al niño a desarrollarse de forma plena, facilitando una buena confianza, autonomía y autoestima.

¿Por qué los padres y madres cometen errores?

Muchos padres o educadores escuchan hablar de la disciplina positiva, pero no tienen claro cuáles son sus principios y cómo ponerlos en práctica, porque no se han formado. Es como hacer una pizza conociendo únicamente algunos ingredientes pero sin haber probado una, ni haber leído la receta.

A veces se quedan con la idea de que cuando educamos en positivo no gritamos ni castigamos, pero no tienen en cuenta lo demás. Por eso, muchos padres están perdidos y no encuentran la tecla para ayudar a los niños como les gustaría.

A continuación vamos a revisar los 5 errores más comunes de los padres que quieren educar en positivo. Posiblemente, como comentábamos, el último sea el error más común, porque solucionando el último podemos evitar todos los demás.

¿Cuáles son los principales errores de los padres?

1. Tirar de paciencia

La paciencia, seguro que ya lo sabes, tiene una capacidad finita. Los padres que basan la educación en la paciencia pronto se ven agotados o desbordados. Y antes o después hacen honor a aquello de…”Se me ha agotado la paciencia..”.  Por ello es importante no poner toda la confianza en nuestra propia capacidad de ser pacientes. Resulta mucho más sensato aprender estrategias prácticas para resolver conflictos y actuar antes de que esa última gota derrame el vaso de agua.

2. Centrarse sólo en lo positivo

A veces los padres escuchan la idea de la educación en positivo y, atraídos por ese concepto desarrollan su propia idea de cómo es la educación en positivo. En muchos casos se quedan con las ideas de “no gritar” y “no castigar” sin caer en la cuenta de que hay mucho más. Cuando hablamos de educar en positivo, hablamos amor y respeto, pero también de orden y disciplina. De hecho el orden, la consistencia en normas y límites es esencial para ayudar al niño a sentir confianza y seguridad. No te quedes solo en lo positivo. Introduce normas y límites de una forma positiva que ayuden al niño a saber cómo actuar.

3. Buscar resultados inmediatos

Errores disciplina positiva

La educación en positivo es muy efectiva. En muchas situaciones permite resolver problemas de una forma rápida y eficaz. En otras, no resuelve el problema inmediatamente pero deja una semilla de orden y respeto que ayudará a que el niño madure emocionalmente y desarrolle ese mismo respeto y orden mental con el que ha sido educado. No esperes que tus hijos den un cambio radical o que obedezcan como robots. Ten la seguridad de que en algunos casos los niños responderán mejor. Ten la seguridad de que tú te vas a sentir más comodo/a, más seguro/a y relajado/a en muchas situaciones. Ten la seguridad también que en otros momentos no habrá resultados inmediatos, pero no olvides nunca que quien siembra recoge.

4. Necesidad de hacer algo

En muchos casos el niño no necesita que hagamos nada. A veces tiene que aprender de sus errores o resolver situaciones por sí mismo. A veces no actuar es la mejor forma de actuar, pero muchos padres creen que tienen que hacer siempre algo porque si no sienten que no están educando. No te equivoques, educar en positivo es relajado.

5. Ser demasiado amables

A veces confundimos la idea de educar en positivo con estar siempre felices o contentos. Los niños necesitan aprender de las reacciones de los padres. A veces es necesario ponerse serio o mostrar desaprobación, y no hay nada malo en ello si lo hacemos de forma positiva. Intenta evitar caer en los gritos, los castigos, los reproches, la recriminación y el uso de etiquetas en esos momentos, pero no olvides que en algunos momentos los niños necesitan escuchar expresiones tan claras como “Ahora no”,  “Lo siento cariño, pero no” o “No me he sentido bien cuando has hecho esto”.

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6. No formarse

La educación en positivo engloba una comprensión del niño, de sus necesidades y un manejo de estrategias efectivas para educar desde el respeto. Son conocimientos y estrategias lógicas y fáciles de aprender, pero que la inmensa mayoría de padres no conocen y que no llegan de forma infusa. Es importante invertir un poco de tiempo en formarse para poder entenderlas y aplicarlas con éxito. Al igual que en tantas otras áreas de la vida aprender y formarse suele ser una estrategia muy eficaz para obtener buenos resultados. De la misma manera que puedes aprender a cocinar asistiendo a un curso básico de cocina o una nueva receta viendo un tutorial de youtube hoy en día puedes aprender a educar en positivo de forma cómoda desde tu casa una vez los niños se hayan dormido. No pienses en ello como un gasto de tu tiempo o tu dinero sino en una inversión para sentirte más confiada/o, para comprender mejor a tus hijos y darles la mejor educación posible.

Por Álvaro Bilbao. Autor de El cerebro del niño explicado a los padres.

11 comentarios de “Los 6 errores de los padres que quieren educar en positivo

  1. Ximena dice:

    En los tiempos actuales creo fielmente en una educación participativa y obtener de tus hijos lo más bonito y positivo de ellos para que se den cuenta de lo
    bien que se hacen a sí mismos y a sus semejantes

  2. Maje Martínez dice:

    Un artículo tan interesante como necesario que, sin duda, ayudará a muchos padres y madres a ver que buscar ayuda para educar a sus hijos/as no es un fracaso sino una gran oportunidad para ser las madres y padres que realmente quieren ser.

  3. Pingback: Quítale el móvil al niño | Alvaro Bilbao

  4. Karelia dice:

    Hola, tengo un hijo de 9 años ya casi cumple 10años, está en una etapa de rebeldía, no quiere hacer tareas, no obedece, no tengo paciencia y llegó a los gritos, y no consigo la solución, a veces se ríe cuando lo estoy reprendiendo y eso me molesta.. He llegado a pensar que será que tiene algún problema.. No se cómo lograr que obedezca sin tener que gritar y molestarme.

  5. Experiencias familia | LaCestitadelBebe dice:

    Buen artículo y buenos consejos, la enseñanza se tiene que llevar a cabo día a día con liderazgo y ejemplo también, que en los tiempos que corren hay pocos valores.

    Anabel

  6. Lara dice:

    Hola estoy viendo muchos vídeos de esto y muchos psicólogos están diciendo que evitemos decir NO a la hora de poner límites como: no corras que te puedes hacer daño y que lo cambiemos por, “Cariño porque mejor vamos andando para disfrutar del paseo.” Sinceramente,creo que evitar decir no, no ayuda al niño porque creo que se deben poner límites pero se le debe explicar al niño por qué es así. Evitando, el no para mí significa que niño no va a aprender que es la frustración y cómo va tolerar cuando le nieguen algo. Que opinas de esto?

  7. Jany dice:

    Estimado Álvaro,
    Muchas gracias
    Estoy encantada de poder ofrecer mi tiempo a mi nieta con una entrega diferente,
    Gracias a lo que aprendo aquí sobre ‘Educar en positivo’
    Soy abuela por primera vez

  8. Mariana Galindo dice:

    Tengo una hija de 6 años y estaba en un punto donde todo eran gritos, regaños y castigos. Soy una mamá de poca paciencia y que me educaron de forma autoditaria, pero con mi hija no estaba funcionando al contrario. Entre al curso educar en positivo, me ha ayudado muchisimo , aunque hay dias que mi paciencia no me deja, pero se sigue intentando. Muchas gracias por la información. Todos los padres deberiamos tenerla.

  9. Rosa dice:

    Una vez más, encantados con el artículo de Álvaro Bilbao, que vuelve a arrojar luz en el camino de una enseñanza respetuosa donde cada uno tiene un papel importante en la maravillosa aventura que el vivir en familia debe ser.

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