Cientos de miles de madres y padres de todo el mundo están dejando de castigar a sus hijos y hay una buena razón para ello. Esa razón se llama Educación en Positivo. La educación en positivo es una corriente de educación que está extendiéndose por todo el mundo y cuyo principal fin es transmitir a los padres los conocimientos que la pedagogía, la psicología y la neurociencia para ayudarles a educar y conectar mejor con sus hijos.
Los castigos no son eficaces
Una de los principios de la educación en positivo es el de no utilizar el castigo como herramienta para conseguir que los niños hagan caso. Y lo hace por una sencilla razón; los estudios científicos han demostrado que los castigos tienen muy poca o ninguna influencia a la hora de ayudar a los niños a mejorar su comportamiento. De acuerdo con estos estudios son otras herramientas pedagógicas las que realmente promueven cambios positivos en el comportamiento de los niños. Al fin y al cabo tiene cierto sentido; resulta difícil pensar que vamos a conseguir que un niño se porte mejor a base de hacer que se sienta peor.
Los castigos tienen efectos secundarios que la mayoría de padres no quiere para sus hijos
Como acabas de leer los castigos no son eficaces. Esta puede ser suficiente razón para dejar de utilizarlos, aunque no es la razón más importante. La verdadera razón es que los estudios científicos han encontrado que los castigos pueden tener efectos negativos en el desarrollo del niño. No es de extrañar; si enfocamos las dificultades de comportamiento del niño simplemente como un problema que tiene el niño para comportarse o tomar decisiones adecuadas resulta lógico darse cuenta de que no vamos a conseguir que un niño aprenda a portarse mejor a base de hacerle sentir peor. De hecho esos sentimientos negativos que aparecen con los castigos son lo que puede hacer que el niño experimente toda una serie de efectos secundarios asociados con los castigos.
Resulta difícil pensar que vamos a conseguir que un niño se porte mejor a base de hacer que se sienta peor
No quiero decir que por castigar a un niño una vez vayamos a desencadenar todos los efectos secundarios que puedes leer a continuación. Sin embargo, sí que sabemos que cuando la principal estrategia para educar a los niños es el castigo, cuando los castigos son frecuentes o incluso cuando los castigos ocasionales que son impuestos con dureza estos efectos secundarios también suelen aparecer. Además hay algunos tipos de castigos que son especialmente negativos para la confianza y autoestima de los niños, aunque sean ocasionales. Estos son algunos de los efectos secundarios de los castigos.
1. Los castigos generan más malos comportamientos
Según muchos estudios los castigos no sólo no corrigen comportamientos negativos en el niño sino que generan más problemas. Por ejemplo, los castigos físicos en los niños generan más agresiones a sus compañeros de aula y hermanitos. El tiempo fuera parece promover comportamientos de acoso escolar en los niños que lo experimentan. Y es que los niños aprenden de sus padres como reaccionar ante las frustraciones de la vida.
2. Los castigos generan ansiedad
Los estudios indican que aquellos niños que son castigados con más frecuencia en la escuela o en casa terminan por experimentar ansiedad. La ansiedad es la consecuencia de sentirse estresado por no ser capaz de actuar de forma adecuada en una situación. Tiene sentido; si al niño que le cuesta seguir las normas le castigamos por no seguirlas en lugar de enseñarle y ayudarle a conseguirlo es muy problable que se sienta cada vez, más incapaz, más frustrado y más estresado en este tipo de situaciones lo que a largo plazo puede llevarle a sentir ansiedad.
Si los castigos fueran eficaces los niños a los que más se les castiga, serían los que mejor se comportan. ¿No es así?
3. Los castigos provocan baja autoestima
Todos, todos todos los niños desean el reconocimiento y la aprobación de sus mayores. No hay un solo niño en el mundo que no desee que sus padres lo quieran, admiren y reconozcan. Sin embargo,hay niños que son más hábiles para conseguir ese reconocimiento y otros, que por terquedad, impulsividad o incapacidad no llegan a cumplir esas expectativas del mundo adulto. Pero esto no quiere decir que no les importe. No he conocido un solo niño que no sienta frustración, impotencia, vergüenza e inseguridad cuando sus padres le castigan. Y si los castigos son frecuentes el niño acaba creciendo con la convicción de que es solo un problema para sus padres o que su forma de ser no merece ser aprobada y reconocida sino simplemente castigada. Es realmente triste hablar con niños que son castigados en casa o en la escuela o en los dos sitios con frecuencia. Se sienten realmente tristes e incapaces de ser valorados por los adultos a los que tanto admiran.
4. Los castigos enseñan un otras cosas negativas a los niños
Cuando castigamos a un niño por no comportarse como debía (o como nosotros pensamos que debería) estamos enseñándole otras cosas aparte de la que creemos estar enseñándole. Les enseñamos que está mal equivocarse. Les enseñamos a sentir culpa cuando no hacen las cosas bien…a pesar de que no es momento de culpar sino momento de aprender. Y también les estamos enseñando que cuando una persona se equivoca es más importante hacerle sufrir las consecuencias que ayudarle a corregir sus errores.
5. Los castigos erosionan la relación entre padres e hijos
Padres e hijos estamos unidos por una especie de hilo invisible que hace que estemos siempre conectados. Es la unión de los lazos de sangre y el afecto que hay entre nosotros. Pues bien; cada vez que castigamos a uno de nuestros hijos ese vínculo se erosiona. De una forma silenciosa, sin que ninguna de las dos partes lo llegue a hablar, en cada castigo, en cada amenaza y reproche, los padres e hijos nos vamos separando y esa unión entre nosotros que es lo más precioso que tenemos se va debilitando. Seguro que sabes de lo que hablo; es ese sentimiento de distancia que sientes cuando habéis tenido una discusión o has castigado a tus hijos por un motivo más o menos razonable. Siempre me gusta explicar a los padres que este vínculo es algo que debemos cuidar, en lugar de erosionar y que la mejor manera de hacerlo es ofrecer mucho amor y corregir o educar en los malos momentos sin gritos ni castigos. Educar en positivo.
La educación en positivo; más efectiva y positiva para su desarrollo
La educación en positivo, sin embargo, se ha demostrado más eficaz que la educación tradicional a la hora de enseñar a los niños y ofrece grandes ventajas en el desarrollo del niño.
✓ Aprenden más rápido
El aprendizaje sin castigos favorece una mayor confianza del niño en los padres y eso hace que le niño está más motivado, se concentre mejor y aprenda con menos correcciones y de forma más rápida.
✓ Mayor confianza y autoestima del niño
Los niños que aprenden de forma positiva desarrollan una mayor confianza porque saben que pueden arreglar sus errores y que no serán castigados ni recriminados por ellos. Distintos estudios ligan un estilo de educación positiva sin tantos gritos, amenazas y castigos con un mayor nivel de autoestima en los niños. De hecho es una de las razones por la que este estilo de educación está recomendado por sociedades científicas.
✓ Menos problemas de comportamiento
Para muchos padres resulta inimaginable que sus hijos puedan mejorar su comportamiento sin castigos pero una de las ventajas de la educación positiva es precisamente esa. Reducir las amenazas, gritos y castigos ayuda a los niños a ganar confianza en los padres y es, precisamente esa relación de confianza lo que va a ayudar a los niños a escuchar y hacer más caso a los padres. No se trata de dejar que el niño haga lo que quiere sino de poner una serie de normas de sentido común y reforzarlas de forma positiva con amor y confianza.
✓ Mejor para los padres
Los beneficios de la educación en positivo no sólo se centran en el niño; los padres que se forman y aprenden técnicas y estrategias para educar a sus hijos de forma positiva tienen más confianza y seguridad a la hora de educar, conectan mejor con sus hijos y se sienten más satisfechos en su papel como padre o madre.
Algunos padres y madres se preguntan…
…si todo esto de la educación en positivo es un cuento de hadas, una moda o una forma demasiado permisiva de educar a los niños. Déjame que te conteste a estas preguntas. La educación positiva no es un cuento de ciencia ficción sino el resultado de muchos años de trabajo científico para entender y educar mejor a los niños que justo ahora está dando sus frutos. Tampoco es una moda; está aquí para quedarse porque está basada en cientos de investigaciones que nos indican la mejor forma para que los niños aprendan y se desarrollen. Y por supuesto…no es sinónimo de permisividad. Al contrario. La educación en positivo hace mucho hincapié en las normas y la disciplina. Precisamente por eso permite a los padres educar sin gritos ni castigos. La constancia, el diálogo, las normas y los hábitos dan mucho mejores resultados.
Todos los padres pueden aprender estrategias positivas para educar a sus hijos
¡Tú también puedes aprender!
La educación en positivo no es algo con lo que se nace. Tampoco es un estilo de educación reservado a madres y padres “especiales”; todos los padres pueden aprender estrategias efectivas para educar a sus hijos en clave positiva y de hecho Academías Científicas recomiendan que los padres y madres desarrollen estrategias positivas para educar a sus hijos porque se ha demostrado todos los beneficios que tiene para los niños. De hecho, son esos beneficios lo que hacen que cada día miles de padres de todo el mundo se inscriben a cursos y aprenden a educar en positivo. Resulta mucho más sencillo de lo que crees. Puedes inscribirte a talleres presenciales o con un solo click comenzar a aprender ahora estas estrategias que harán tu vida y la de tus hijos mucho más sencilla. Recuerda que la educación en positivo no sólo facilita el proceso de aprendizaje y libera a los padres de gran parte del estrés que supone pelear con sus hijos sino que sobre todo favorece que los niños tengan una mejor autoestima. Si tu también quieres aprender puedes comenzar aquí mismo. Echa un vistazo a mi curso Online con el que ya han aprendido más de 50.000 familias. Echa un vistazo a las valoraciones y decide si tú también quieres dar la mejor educación a tus hijos.
Estoy convencida que los castigos no son la herramienta para corregir actos que nuestros hijos hacen, por diferentes motivos. Pero que herramientas debemos usar para que ellos sean consciente que lo que han hecho o dicho no puede repetirse y aprendan a no volver hacerlo? Tengo una hija de 10 y Otra de 7 años. Son impulsivas y poca tolerancia a la frustración. A veces las faltas de respeto y desobediencia son muy frecuentes y me surgen muchas dudas con la educación en positivo.
Gracias por compartir, al principio yo no estaba muy convencida de educar en positivo, siempre he creído que la disciplina es importante. Pero poco a poco he ido aprendiendo que esta forma de educar no la excluye, y tiene la ventaja de criar a niños más inteligentes emocionalmente. Un placer haber descubierto tu blog.
He disfrutado enormemente de tu artículo. No solo te enseña cuál es el camino adecuado para guiar a tus hijos, sino que también pone de manifiesto cuál fue la manera en que te educaron. He aprendido tanto sobre mis hijas como sobre mi mismo.
Muchas gracias, Álvaro. ¡Excelente articulo!
Aquí hablan del niño como si fuera un ser racional y comprensivo desde su nacimiento. Alguien que aprende de sus errores, que está dispuesto a colaborar, a corregir sus propios problemas en favor de tener una vida mejor para el y para los demás. Hay personas de 30 años que no están preparados para estos ajustes y esas enseñanzas debido a que de pequeño nunca les enseñaron que las cosas tienen consecuencias. Algo mal echo, sale mal y afecta al que lo hace y a los que están alrededor. Hay niños en países subdesarrollados que su responsabilidad a los 5 años es traer agua a la casa. Tiene que navegar en una canoa una o dos millas, hacer una línea, esperar su turno, tener cuidado no romper el envase al recopilar el agua, cuidar que no sé derrame en el camino a casa o la familia, ese día, no bebe agua. Vamos a dejar las justificaciones y enseñarle a nuestros hijos que las cosas llevan sacrificio. Que pueden ayudar. Que ser útiles es importante. Crear un hombre o una mujer que no culpe a los demás por errores. Por supuesto que amarrarlo a un palo y darle latigazos esta mal pero tampoco quitarle el ipap por 3 minutos le enseña a absolutamente nada. Un castigo razonable enseña mucho.. Gracias a que su madre o su padre un día le tiró de las orejas usted hoy es lo que es. Sino hubiera seguido de fiestas con su amigos.. Condiciones difíciles crean personas fuertes, estas personas fuertes crean condiciones mas fáciles y estas condiciones fáciles crean hombres débiles que crean condiciones difíciles. Es todo un ciclo Y un dicho muy viejo. Nada más positivo que si tú hijo hace algo mal decirle: Está mal. Tener esa confianza vale oro y lo hace mejor persona.