Claves para una crianza consciente eficaz

La crianza consciente se ha convertido en una forma cada vez más valorada por muchos padres y madres para acompañar a los niños en su desarrollo. Aunque para muchos padres pueda resultar una perfecta desconocida, la realidad es que la educación y crianza conscientes no es un dogma de fe, un estilo de educación extremo o una pedagogía posmoderna que fomente la sobreprotección.

La educación y crianza consciente se basa en una serie de principios sencillos que todos los padres pueden aprender.
El objetivo de la crianza y educación consciente es doble. Por una parte, ayudar a los padres a tomar conciencia de las necesidades de sus hijos y cambiar su mirada para poder ponerse en su lugar y comprenderlos mejor. Por otro lado, también permite a los padres tomar conciencia de sus propias necesidades, estado de ánimo y mandatos familiares para que no recaigan injustamente en el desarrollo de sus hijos.

Como verás, la educación y crianza consciente, no pretende que como padres hagamos todo perfecto, sino de mirar hacia dentro, tomar conciencia de nuestras emociones y actuar desde la calma y la empatía.

En este artículo encontrarás las claves para practicar una crianza consciente de forma eficaz y realista en el día a día empezando por sus fundamentos.

Principios de la crianza consciente

La crianza consciente (o “mindful parenting”) parte de la idea de que la forma en que criamos está profundamente influida por nuestras emociones, nuestros patrones aprendidos y nuestra capacidad de autorregulación.

Estos son sus principios básicos:

1. Presencia en el aquí y ahora

Ser consciente implica que intentes estar lo más presente con tus hijos desde el punto de vista mental y emocional. No se trata solo de que estés físicamente en casa todas las tardes o los fines de semana, sino de mirarles y escucharles. De que juegues con ellos y disfrutes vuestras rutinas como el baño, la hora de la cena y el camino al colegio. Y también que puedas validar lo que sienten sin distracciones.

2. Autorregulación emocional

Para poder acompañar a nuestros hijos con calma, necesitas ser capaz de gestionar tus propias emociones de una manera adecuada. Esto no significa no enfadarse nunca, pero si regular nuestros enfados para que no conlleven agresiones físicas, verbales o emocionales y ser capaz de reconocer tus reacciones, errores y tomar responsabilidad por ellas pidiendo disculpas si no fuiste capaz de hacerlo mejor.

3. Empatía y conexión

Tus hijos necesitan que les escuches, pero sobre todo que les ayudes a comprender lo que sienten con el simple hecho de hacerles sentir comprendidos. Esta es una parte importante de la crianza consciente: comprender el mundo emocional del niño. Pero no caigas en la sobreproteccion o la sobreempatización no se trata de ceder. Hay emociones que tenemos que acompañar pero también comportamientos que requieren un límite por tu parte. En estos casos basta con poner los límites, con claridad, firmeza pero también comprensión, algo que resulta más sencillo cuando has construido una buena conexión emocional con tus hijos.

4. Coherencia interna

El principio de la coherencia interna consiste simplemente en que debemos aplicar en nosotros mismos lo que pedimos y queremos para nuestros hijos. No usar todo el rato las pantallas si queremos que no abusen de ellas o cuidar nuestras emociones y descansar si queremos que ellos regulen bien sus niveles de estrés. Se coherentes con aquello que crees importante para tu hijos.

Necesidad de criar y educar de una forma consciente

Seamos honestos. Criar a un hijo es un trabajo duro. A menudo hace falta apoyarse en familiares (y bastantes recursos) para asegurarse de que crezcan sanos y felices; o simplemente para que estén atendidos. Pero mientras haces todo ese esfuerzo… ¿con qué frecuencia te detienes a reflexionar sobre cómo lo estás haciendo como madre o padre? Y, aún más importante, ¿alguna vez te paras a pensar en tu propio bienestar y en cómo tu salud física y mental afecta a la de tus hijos?

Quizá te preguntes: “¿Cómo voy a sacar tiempo para mi, si todo lo que hago en el día es por y para ellos?”. Tienes toda la razón, pero la realidad es que formarte y practicar la crianza consciente puede mejorar tu capacidad para cuidarte, tu relación con ellos y ayudarte a sentirte más seguro en la forma en que los estás educando.

Al tomar conciencia de quién eres, puedes entender mejor cómo tu estado físico y tu salud mental influyen en tu relación con tus hijos. Como madre o padre consciente, puedes aprender a reaccionar de forma más positiva y constructiva ante las situaciones, al tiempo que cuidas también de tus propias necesidades.

Diferencias entre la crianza consciente y la educación en positivo

Llevo más de 25 años ayudando a familias en consulta y formando a padres y madres en educación en positivo y crianza consciente. Y para mi la crianza consciente y la educación en positivo son dos caras de la misma moneda. La crianza consciente ayuda a los padres a ser más consciente de sus propias emociones y las necesidades de sus hijos y la educación en positivo les ofrece herramientas para que puedan desarrollar un estilo de educación firme y calmado coincidiendo con esas necesidades. Son por tanto dos caras de la misma moneda y en muchos casos un complemento perfecto entre si.

Claves prácticas para aplicar la crianza consciente de forma eficaz

Siempre aconsejo a los padres que quieren ser más conscientes de las necesidades de sus hijos y desarrollar un estilo educativo positivo Llevar esta filosofía a la práctica puede parecer complejo, pero hay estrategias que ayudan a convertirla en un hábito realista y eficaz.

1. Fórmate

El principal error de los padres y madres que quieren practicar un estilo de educación y crianza más conscientes es no formarse. Y es el principal error porque de él nacen los principales errores que cometen otros padres como la empatización extrema, la falta de límites o la sobreprotección. Existen talleres presenciales y online que te pueden ayudar a dar ese primer paso. Aquí te dejo mi Taller Online Educación y Crianza Consciente por si quieres echarle un vistazo.

2. Tómate pausas antes de reaccionar

Cuando tu hijo te desafíe, date unos segundos para respirar. Esa pausa puede ser la diferencia entre reaccionar impulsivamente o responder desde la calma.

3. Realiza ejercicios

Puedes realizar ejercicios de meditación y reconexión para ser más consciente de tu estado de ánimo. Para mi lo ideal es realizar ejercicios guiados como el ejercicio del niño ideal, la fotografía o la meditación “un largo viaje” que te ayudarán a abrir tu mente y corazón a las necesidades de tus hijos. Puedes encontrar todos ellos en mi Nuevo Taller Online “Educación y crianza conscientes”.

2. Acepta que no siempre será perfecto

Uno de los errores más comunes es tratar de hacerlo todo perfecto. En lugar de exigirte, observa tus fallos como una oportunidad de aprender.

3. Observa tus propios patrones

Muchos de nuestros automatismos vienen de cómo nos educaron. Tomar conciencia de esas huellas es clave para no repetir reacciones que no queremos tener con nuestros hijos.

4. Da ejemplo con tu actitud

Los niños aprenden más por lo que ven que por lo que les decimos. Si ven que tú sabes calmarte, pedir perdón o resolver conflictos con respeto, lo integrarán como modelo de comportamiento.

5. Cuida tu bienestar emocional

No puedes acompañar desde la calma si tú estás desbordado o agotada. Cuidarte no es egoísta, es una condición necesaria para criar con conciencia. Aquí puedes ver algunas ideas en el post Crianza consciente.

Para terminar..

La crianza consciente es un proceso. Un camino que comienza cuando das el primer paso y que va creciendo a medida que te conoces mejor a ti misma y tus propios hijos te van dando lecciones de vida.

Como te dije anteriormente, si te interesa dar este paso, creo que merece mucho la pena formarse adecuadamente para comprender bien los principios de la educación consciente, los errores más frecuentes y realizar una serie de ejercicios sencillos pero muy potentes para cambiar nuestra mirada sobre la forma en la que queremos educar a nuestros hijos.

¡Y recuerda! Practicar una crianza consciente eficaz no es cuestión de perfección, sino de sentirnos cómodos con nuestros errores, entender a nuestros hijos y crecer con ellos.

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