Ejemplos para educar según la disciplina positiva

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La disciplina positiva es un programa de formación para padres y educadores desarrollado por Jane Nelsen y que está basado en el trabajo de Alfred Adler y Rufus Dreikus, dos conocidos psicólogos humanistas. Sus objetivos se centran en permitir que los niños crezcan y se desarrollen de forma positiva.

Soy psicólogo, neuropsicólogo y psicoterapeuta. Llevo más de 20 años trabajando utilizando la psicología y la neurociencia para ayudar a familias a comunciarse mejor y resolver conflictos y, a pesar de toda mi formación y experiencia hace unos años decidí prepararme como formador en disciplina positiva.

Ésta no es una ciencia formal como la psicología, pero utiliza muchos de sus conocimientos para enseñar a padres y profesores a educar mejor a los niños. ¿Cómo lo consigue? A través de estrategias eficaces que se centran en el respeto del niño, la atención a sus necesidades y la de los padres y el afecto.

A muchos padres les cuesta hacerse a la idea acerca de cómo funcionan estas estrategias. Les cuesta imaginarse cómo puede ser distinta de su forma habitual de tratar a sus hijos. Por eso en este artículo he querido compartir con vosotros algunos ejemplos de disciplina positiva para educar a los niños.

Ayudar a los niños a ser responsables en distintas situaciones cotidianas es una estrategia muy efectiva porque ayuda al niño a involucrarse activamente y descarga presión de los padres reduciendo los episodios de enfados e irritabilidad.

Expresiones verbales que funcionan

Uno de los mayores errores que las madres y padres cometen a la hora de educar tiene que ver con el uso que hacemos del lenguaje. Sabemos que distintas formas de hablar tienen un efecto distinto en el niño y su forma de colaborar y por eso es importante hacer un buen uso del lenguaje.

Por ejemplo, una madre que dice a su hijo “Siéntate a desayunar” es muy posible que el niño perciba la indicación como una orden. Desde la disciplina positiva y la neurolingüística sabemos que otras expresiones que ayuden al niño a implicarse son más efectivas. Así “Vamos a desayunar” es una expresión más efectiva para ayudar al niño a involucrarse en la actividad que le propone el adulto.

Manejo de la responsabilidad

Muchos padres se desesperan cuando ven que sus hijos tardan horas y horas en terminarse la cena. Por esta sencilla razón la hora acostarse se alarga, y al final ni los niños se van a la cama a su hora ni los padres tienen el necesario descanso.

Este es uno de los ejemplos de disciplina positiva que funciona para que los niños se hagan poco a poco responsables de sus actividades fijando, por ejemplo, una hora para apagar la luz. Si a la hora de apagar la luz los niños acaban de terminar de cenar, como es lógico no tendremos tiempo para cuentos o cosquillas en la cama. De esta manera, fijando normas claras, pero sin presionarlos, los niños pueden tomar responsabilidad y ser un poco más rápidos con la cena.

Vayamos con otro ejemplo. Imagina que tu hijo se enfurruña cada vez que se tiene que poner a hacer los deberes. Muchos padres mandarían al niño sentarse y ponerse a hacer los deberes con una frase como: “¡Te he dicho que ahora toca hacer los deberes!”.

Desde la educación en positivo sabemos que es más eficaz que el niño colabore si ponemos en sus manos la responsabilidad. En este sentido podemos utilizar una pregunta tan sencilla como: “¿Cómo te vas a sentir mañana cuando tu profe te pida los deberes y no los tengas hechos?”

Sentir respeto por el niño

Muchos padres tienen un verdadero problema con el manejo del respeto en casa. Cuando acuden a los cursos presenciales hacen preguntas como por ejemplo, ¿Qué puedo hacer si el niño me pega?

Lo primero que debemos saber es que para que el niño sea respetuoso con los padres lo primero que debemos hacer es sentir respeto por nosotros mismos y saber manejar de manera adecuada las faltas de respeto como gritos, insultos o manotazos de nuestros hijos pequeños.

Es totalmente normal que se enfaden. Es también totalmente natural que, cuando son pequeños, puedan mostrarlo gritando o pegando, pero también es responsabilidad de los padres saber como manejar estas situaciones. Es por ello que en el curso online ofrecemos ejemplos de disciplina positiva para saber como actuar en este tipo de situaciones.

Un ejemplo muy sencillo en este sentido tiene que ver con aquellas situaciones en las que el niño repite un error, como por ejemplo, tirar un vaso de agua durante la comida. Algunos padres pueden perder los nervios y enfadarse con el niño, diciendo frases como: “Te tienes que fijar más!” o “Es que pareces tonto”.

Desde la educación en positivo preferimos siempre actuar desde el respeto pero también desde la responsabilidad. Por eso una frase como “No pasa nada, cariño, ya irás aprendiendo. Ahora puedes coger el trapo y secar la mesa con cuidado”. Este tipo de intervención sencilla basada en la reparación resulta esencial.

Cómo manejar la ira del niño

Existen muchas situaciones en este sentido, pero una muy básica podría ser esta. Imagínate que un día pides algo a tu hijo y te responde: “No quiero hacer eso! ¡No quiero! ¡Déjame en paz pesada!” Es normal que ante esta situación muchos padres pierdan los nervios y digan algo así como: Pues lo vas a hacer porque lo digo yo”.

Este es uno de los casos prácticos de disciplina positiva por el que os animamos a intentar ir un poco más allá de la respuesta del niño, centraros en sus sentimientos y ser la calma en medio de su tempestad. De esta manera podemos decir algo tan sencillo como: “Veo que estás muy muy enfadado. ¿Quieres comentarme como te sientes y cómo te puedo ayudar”. Esta fórmula ofrece todo ventajas. En lugar de descalificar o ignorar las emociones del niño y hacerle sentir culpable permite que:

  • El niño entienda sus emociones.
  • Comprenda que es normal sentirse frustrado de vez en cuando.
  • Sepa que sus padres le van a apoyar.
  • Es más probable que el niño acabe haciendo lo que le pedimos desde la calma y la comprensión.

Algunos padres les cuesta entender que es totalmente normal que sus hijos se enfaden y demuestren ira. Parece que les asusta pensar que su hijo alberga ese tipo de sentimientos, cuando en realidad es totalmente normal que los tenga y los exprese porque le pueden ayudar en algunas situaciones de la vida.

Por eso cuando los niños se enfadan o tienen peleas entre sí, tendemos a detener las peleas lo antes posible con frases como: “¡¿Queréis dejar de pelear de una vez?! Sin embargo desde la educación en positivo se establecen tres pautas claras para saber cuando debemos intervenir y cuando es mejor que los niños aprendan a arreglarse entre ellos sin nuestra ayuda.

Hacer cumplir las normas

Muchos padres tienen la idea equivocada de que su misión como adultos es fijar normas para la convivencia familiar y hacerlas respetar a sus hijos a toda costa.

Por ejemplo, pueden pensar que la mejor manera de que sus hijos es poner una norma como puede ser “Los niños no pueden ver pantallas hasta que no han acabado sus tareas escolares”.

Sin embargo, uno de los ejemplos de la disciplina positiva es poner normas en la familia a través de estrategias efectivas, ya que cuando los niños se involucran en esas normas las aprenden y respetan mucho mejor. En el curso educar en positivo te ayudo a entender la diferencia entre castigos, normas y consecuencias, te explico las estrategias eficaces para aprender normas en familia y podrás ver más ejemplos de como se consigue con éxito.

Pequeños cambios en la forma de educar pueden tener un gran efecto en cómo los niños comprenden las normas, responden a nuestras peticiones y construyen su autoestima.

Como puedes ver estos ejemplos de disciplina positiva son pequeños cambios en nuestra forma de actuar que pueden tener un gran efecto en cómo los niños comprenden las normas, responden a nuestras peticiones y construyen su confianza y autoestima. Por este motivo siempre animo a todos los padres y madres a invertir un poco de su tiempo a aprender estrategias efectivas de comunicación.

Aprenderlas tiene grandes beneficios para los niños y para los padres, puedes hacerlo a través de los talleres presenciales de la Asociación de Disciplina Positiva de tu país o puedes comenzar ahora mismo conmigo en el mejor curso online. Sea como fuere te animo a que lo pongas en tu lista de cosas para hacer porque es un aprendizaje que transformará tu vida y la de tu familia.

Por Álvaro Bilbao. Autor de El cerebro del niño explicado a los padres.

3 comentarios de “Ejemplos para educar según la disciplina positiva

  1. Jéssica García Guerrero dice:

    Álvaro tengo un problema, no aparece nada cuando le doy a descargar material, y el libro??? Ayuda por favor

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