He pegado a mi hijo… ¿Cómo puedo arreglarlo?

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¿Has pegado a tus hijos alguna vez? Posiblemente muchos de vosotros leeréis este post boquiabiertos pero doy muchas conferencias a lo largo del año y suele ser habitual que algún papá o mamá me pregunte qué ocurre si en alguna ocasión le pega al niño. Siempre lo hacen de manera privada, al final de la conferencia, y es natural, porque la mayoría de padres que alguna vez han soltado un azote o un bofetón lo llevan en secreto.

Después de este post, muchos padres me lo habéis vuelto a preguntar a través de Facebook o correo electrónico: “Álvaro, hace unos días no me pude contener y le di un tortazo a mi hijo. ¿Soy la peor persona del mundo?”.

Realmente creo que no. No escribo este post para que nadie se sienta recriminado, sino para ayudar a los padres que se encuentran en esa situación y, sobre todo a sus hijos.

En cierto sentido este es un tema tabú y, de hecho, la mayoría de los blogs o libros educativos no abordan este tema. La mayoría se limitan a decir que no se debe pegar a los hijos y ofrecen alternativas a los gritos, pero no ofrecen estrategias para esos padres que en una ocasión dan un azote o tortazo al niño.

He decidido escribir este post porque el hecho de que muchos padres quieran llevarlo en secreto no es razón para que los profesionales hagamos como si no ocurriera. La realidad es que ocurre. No cuando el niño es un bebé, sino cuando es algo mayor.

No te quepa duda de que le ha ocurrido a algún niño de clase de tus hijos, a alguno de tu vecindario, a tus sobrinos y, en muchos casos, a algunos de los padres que leéis este blog.

Los azotes ocasionales no son patrimonio exclusivo de los entornos marginales sino que ocurren en todo tipo de familias y este tipo de preguntas me asaltan en escuelas públicas, privadas y concertadas, y son realizadas por papás y mamás con estudios y sin estudios y un nivel socioeconómico, medio, bajo y alto.

En este post os transmito algunas pautas básicas para saber cómo actuar si en algún momento un papá o mamá hace lo que nunca deberían hacer.

 

Se consciente de lo que has hecho

Un niño no es una silla contra la que podamos descargar nuestra ira e impotencia. Tu hijo es un ser humano de pleno derecho y como tal no puede ser agredido en ningún caso.

¿Por qué perdiste los nervios?

El comportamiento del niño no es la respuesta. Ellos hacen lo que ven de otros niños y muchos padres saben lidiar con estas situaciones sin agredir. La verdadera razón por la que tú no lo consigues y ellos si, está en ti.En los conocimientos que tienes del desarrollo del niño y en las habilidades que dispones.

¿Crees que un niño, por ser más débil que tú, puede ser golpeado para que aprenda? ¿Tienes expectativas irrealistas respecto a su comportamiento? ¿Sabes cómo deberían actuar pero no tienes las habilidades y herramientas necesarias para lograr ayudarles a conseguirlo?

¿Cuáles fueron los motivos reales?

La inmensa mayoría de los padres que educan con algún azote o cachete ocasional no lo hacen como una decisión consciente, sino como un reflejo que aprendieron de sus propios padres. Pero realmente no se han parado a pensar si es efectivo (que la ciencia ha demostrado que no lo es) o si ayuda al niño en alguna forma.

En realidad sabemos que un azote es una mala decisión pedagógica porque son mucho menos efectivos que otras estrategias de educación positiva y, además tienen efectos negativos en el niño.

Y es que la autoestima de tu hijo se ve dañada y tendrá menos control de sus impulsos y más probabilidades así, de ser acosadores con otros niños (ya que necesitan descargar la frustración que sienten y lo hacen de la misma manera que han observado en sus padres).

bofetada a tiempo
bofetada a tiempo

No le expliques al niño por qué lo pegaste

Es relativamente frecuente que los padres pidan perdón de esta manera: “Te he dado una torta porque te lo he repetido tres veces y no me hacías caso”. Esta es una trampa muy peligrosa porque de alguna manera estamos justificando nuestra actuación.

Nunca hay un fin que justifique la agresión, por lo que cualquier explicación sólo hará que tu hijo y tú entendáis que, de alguna manera, el tortazo o el azote estaba justificado. Muchos maltratadores utilizan el mecanismo de la excusa para justificar sus agresiones haciendo a la vez que la víctima se sienta merecedora de la agresión. No dejes que tus hijos sientan que merecen ser pegados.

Pide perdón con sinceridad y arrepentimiento

Como has visto en el apartado anterior, no hay justificación. Así que si le pegaste, dile que lo sientes y reconoce que lo hiciste mal, pero no añadas ninguna razón. Asume que te equivocaste, pide un perdón sentido y explícale a tu hijo que no volverá a ocurrir. Así, por lo menos el niño sabrá que no debe sentirse culpable de recibir el tortazo.

El tortazo o el azote, realmente no tienen arreglo

Mis padres fueron buenos padres. No tengo duda de eso. Pero en tres ocasiones se les fue la mano. Una vez mi padre me dio un cachete cuando pisé sus gafas y las rompí. Otra vez mi madre me dio un bofetón delante de un plato de espinacas, y un día que tiré unas croquetas por la ventana del patio.

A día de hoy, 30 y muchos años después, tengo perfectamente grabadas esas tres bofetadas. Al igual que las que tú des a tus hijos, no se pueden deshacer ni arreglar. Se quedan grabados en nuestra memoria y en nuestro corazón.

Aprende de tu error para no volver a repetirlo

Resulta relativamente fácil pedir perdón, pero de poco sirve sentirse culpable si no tomas medidas para prevenir que pueda volver a ocurrir. Realmente el cerebro es capaz de aprender de los errores, pero para ello, debemos aprender a actuar de manera distinta a como lo hicimos. En este caso, lo más efectivo es aprender estrategias efectivas para educar sin perder los nervios.

Si esto no fue suficiente… ¡pide ayuda!

Distintos profesionales te pueden ayudar a manejar situaciones frustrantes con calma y autocontrol. Con frecuencia, son los psicólogos infantiles los que reciben las demandas de los padres por el comportamiento de sus hijos y acaban haciendo una labor de educación de los padres para enseñarles estrategias efectivas para mejorar su manejo de situaciones difíciles, y así no tener nunca que pegar a un niño.

Por Álvaro Bilbao. Autor de El cerebro del niño explicado a los padres.

59 comentarios de “He pegado a mi hijo… ¿Cómo puedo arreglarlo?

  1. Pingback: Le he dado un azote (o una torta) a mi hijo. ¿Cómo puedo arreglarlo? | BLOG DEL AMPA DEL COLEGIO ALFARES DE SEVILLA.

  2. Gabriela dice:

    Hola
    Me siento muy triste , por que le pegue a mi pequeña, de 3 años Le di unas palmadas en las piernas porque me dio de patadas )no logre manejar la situación, pero me encuentro muy confundida, mis papas me pegaban , pero yo me prometi no hacer lo miso con mi pequeña, hasta compre un libro que se llama “cero golpes de Gaudencio Rodriguez, que me hizo mucho sentido. La verdad es que hace un tiempo me saca de mis casillas mi hija , he tratado de ser la mejor madre para ella, nos levantamos y jugamos muchos nos hacemos mucho cariño, ella es muy lista , pero ella con sus 3 añitos quiere que haga todo lo que me pide o si no se hecha a llorar me pega con la mano o patadas o me pellizca, cuando le pido que espere, me dice, no ahora, quiero abrazo , yo le hablo suave y le detengo la mano cuanto pega , o la quiero dejar sola hasta que se calme, pero con ella no resulta, ella llora y llora hasta que la tomo en brazos, todos los días le digo que no se pega y no se le pega a nadie que mama esta triste , ella solo lo hace con mi marido y con migo, en el jardin de niños ella no lo hace , no quiero nunca jamas volver a faltarle el respeto. le pedi perdon y que jamas volveria a suceder .
    Ella esta 4 horas en el jardin y todo el dia le damos atencion, la llevamos al parque , jugamos tratamos que se alimente bien, (esa es otra lucha) trato que duerma bien, (esa es otra lucha)pero decidimos colechar , Y duerma encima mio no me deja dormir bien , no quiere dormir en su espacio, tiene que estar pegadita a mi, le he dado todo el amor que le puedo dar , le restrinjo el celular y la tv a los fines de semanas maximo 2 horas, (pero se lo quitare)la conciento demasiado tal vez , pero No tolero que me pegue , me frusta demasiado no hace casi nada de lo que le pido, todo debe ser jugando , todo debe ser inmediato , Quiero que sea una niña amable y que no le grite ni pegue a nadie, porque no es lo que ve en casa , necesito algún consejo
    Gracias
    Gabriela

    • Tania dice:

      Hola, sabes ahorita mismo estoy leyendo esto porque no puedo mas con mi conciencia, no paro de llorar, eh incluso me dio un ataque de panic hoy, cuando vi la carita de mi hija de 3 años que se puso rojita porque le avente un manaso, me arrepenti tanto, deseo nunca mas hacerlo, pero ella es igual que tu hijita. Pero quize leer cosas asi para tratar de saber si no soy la unica, y en Verdad me di cuenta que no.

  3. Araceli dice:

    Gracias por compartir tu experiencia, al leer tu relato, sentía que era yo misma hablando de mi bebé de casi 3 años también, y fue lo mismo que yo he hecho,aunque mal, me siento sin herramientas para cambiar lo que he hecho mal y para educarla de forma más adecuada.

    • Alice dice:

      Hoy golpie a mi hijo de 3 años por qué no quiso tomar jarabe y lo boto más de 3 ocasiones, me siento muy mal.. demasiado mal por qué están chiquito y se que no controla sus emociones pero yo si y debí limitarme pero la frustración de verlo con fiebre y no logrando que tome su jarabe me cegó luego lo abrace y abrace abrace pero me sientia tan mal, recuerdo los días en que mamá me dejaba llorando hasta casi el ahogo y me ví en el pero se que me equivoqué está en mi pero tengo mucha carga en casa y en el embarazo, le repetí mil veces a Dios que me dé fuerzas para no volver hacerlo, que antes de que los toque me castigue a mi. Me jure no volver hacerlo y le temo a la depresión post parto y me desconosca con mis hijos

  4. Gisselle dice:

    Hola, lamento mucho lo que ha pasado esta tarde , he dado una bofetada a mi niña de 4 años. Siempre ha sido una niña demandante, ha tenido y tiene la atención de todos en la familia, desde pequeña la he llenado de mucho amor y lo es todo para mi. Hay momentos en que colma mi paciencia y no puedo más, como está tarde. Intento hablar con ella y se me hace cuesta arriba porque por más que convierta su berrinche en un juego para desviar su atención, vuelve gritar y enfadarse y tirarse al suelo porque no se hace lo que ella quiere en ese momento, como quedarse al parque 5 minutos más. Por otro lado como si fuera poco su comportamiento habitual, a todo esto se ha sumado el nacimiento de su hermana y la veo triste, desobediente, provocadora con la pequeña e irritante y celosa.
    Alguna vez, cuando me he pasado con ella le he pedido perdón. Pero hoy ha sido el peor de los días porque se me fue el alma en esa bofetada Y no he parado de darle vueltas. Mi padre siempre fue un hombre agresivo y me prometí no ser como él pero veo que cuando la situación me supera me convierto en parte en el. Necesito ayuda, o un consejo, porque porque no quisiera volver a tocar a mi niña.
    Gracias,
    Gisselle

    • Foto del avatar
      Álvaro Bilbao dice:

      Gracias por tu testimonio. Es normal que si nuestros padres han sido agresivos con nosotros, nosotros repitamos esos patrones en nuestros hijos. Lo más importante que puedes hacer es tener tu determinación para no querer ser como tu padre. Si se vuelve a repetir, por favor, busca ayuda de un psicólogo que te ayude a deshacerte de ese dolor y sufrimiento. Un abrazo!

    • Milena dice:

      Hola ,tengo una adolescente de 12 años, mi esposo todo lo corrige con groserías y pegandole,ella hoy en día le tiene mucha rabia a su papá, ya no lo respeta, y dice que no le importa nada que hago,gracias. 🤔

  5. Patri dice:

    Alvaro yo me desvivo por mis hijos,leo todos los libros y post que caen en mis manos .Sin embargo los dos han tenido un carácter súper fuerte y todas las técnicas de educación positiva,incluidas las de tu libro las he aplicado.Pero mis hijos se me enfrentan y te pegan,cogen lo que pillan y lo estampan, y dicen cosas súper feas que no escuchan ni en casa ni en la tele.Controlo lo que ven en la tv,les leo cuentos de emociones ,paso tiempo con ellos.Pero los dos a la edad de 3 años (el mayor ya paso esa etapa)son muy agresivos y si no consiguen lo que quieren te pegan o rompen cosas y les coges para que no sigan haciéndolo y te arañan la cara o te dan cabezazos hacia atrás….que se hace???Hablo con muchos padres y tengo sobrina muy cercana y no es lo mismo unos niños que otros.Algunos es como estudiar ingenieria aeronautica en alemán .Cuando leo consejos de educación positiva me pongo en el caso y pienso :”mi hijo sigue en esa situación pegando””el mio cuando pasa eso y le digo tal me dice,pues no y tira lo que tiene a mano….”.Es muy muy muy desesperante.No esta justificado pegar a un niño,esta claro y no nos han enseñado en la mayoria de los casos nuestros padres el respeto sino la jerarquía,sin embargo me gustaría que me dijeran como hacerlo en determinadas situaciones cuando el niño esta poseído sin motivo y no hace mas que pegar y tirar todo y perseguirte por la casa amenazándome y pegándome con 3 años.La teoria me la se toda pero tela aplicarla a veces.Gracias por el post.

    • Paola Andrea Sánchez Ángel dice:

      Me pasa igual. Es frustrante. Mi hija tiene comportamientos parecidos y por más de que he intentado un sin número de cosas, con muchas herramientas de muchos profesionales no logro ni cambiar su comportamiento ni tampoco encontrar ella autocontrol.
      Que hacer?… Como lograr cambiar esos comportamientos? Que hacer para evitar perder el control?
      Paola Andrea

    • Felizuco dice:

      Alvaro no nos va a responder que hacer, seguramente nadie lo haga por internet…, yo también me he leído casi todos los libros de Alvaro, y algunos más, he leido mucho por internet, hablado con mi pareja, intento mejorar, pero siento que no es suficiente… ¿cómo se controla uno cuando necesitas dormir y no te dejan? ¿quién nos escucha y comprende a los padres y madres que nos rompemos las espaldas, ponemos tanto amor y sacrificio al servicio de nuestros hijos? No veo libros ni claves, por internet sobre eso, el centro siempre son los niños, no nosotros. Toca romper el tabú y dejarnos el dinero en el psicólogo para que nos ayude a gestionar nuestras frustraciones, y seguir yendo al fisio para que nos calme los dolores. Yo mañana dejo de leer y me pongo a buscar un psicólogo que me ayude a cambiar. Suerte a tod@s.
      PD si estamos en este hilo, es por que nos preocupamos e intentamos ser mejores personas, NO SOMOS MALOS PADRES/MADRES! ¡¡ANIMO!!

  6. Del valle Lara dice:

    Tiene razón yo le eh pegado y aveces le digo palabras ofensiva y eso no lo quiero repetir más . quiero ser cada día mejor y darle más Amor

  7. Yury dice:

    gracias Álvaro por escribir algo que no esta alejado de la realidad de los padres, los patrones lamentablemente se repiten.

    • Zulema Perez dice:

      Hoy le pegue a mi niña de 5 años y es porque es muy desobediente y no quiere hacer caso a menos que la amenazen esta así desde que llego su hermanita que tiene 3 meses y ella tenía toda la atención y ahora no quiere compartirla, hoy me salí de control porque me desafío tantas veces que la verdad estoy muy arrepentida mis papás no me pegaban fue en raras ocasiones que me levantaron la mano por desobediente y me dolió mucho eso… No quiero que ella grabe eso en su memoria también gracias por su post(

  8. Caro dice:

    Por favor ayuda ? le pegue a mi hija de 10 años perdi el contro a mi me pegabam cuando era pequeña y se que no debo hacerlo pero no puedo controlarlo es dificil vengo de trabajar y me encuentro que hizo toda la tarea mal ella pasa con el papá pero a el poco le interesa me dice que me preocupo mucho por como hace los deberes pero en realidad los hace mal responde cosas sin sentido es como si lo hiciera por cumplir y ya….son muchas veces las que hable y le dije que debe hacerlos bien sin embargo es como si lo que digo no importa me siento terrible son muchas cosas pero me siento mal por haberle pegado no se que hacer ?

  9. dcm dice:

    La “ciencia”, demuestra que no es efectivo. Partiendo de esa base cientifica poco más hay que decir.
    Afortunadamente la ciencia parace ser más ciclica de lo que parece, y lo que hoy es normal a ojos de alguna parte de la sociedad, ayer no lo fué , tal como tampoco lo será mañana. La ciencia social o la psicología no son matematicas.

    Padres y madres, no se averguecen por haber impuesto limites a sus hijos, ni se averguencen por haber perdido los nervios. Dar un cachete no es un maltrato. Maltrato abarca mucho más que eso. Poner limites con moderación a un niño es necesario y no hacerlo provocará tiranos en casa y fuera de ella. No hablo de una ostia en la cara, hablo de unas palmadas en un culo.
    Está muy bien la teoría y lo didactico que lo ponen los expertos. La realidad es otra muy distinta, y puede que los padres no tengamos los “medios” ni una cultura o educación tan profunda y pareja a ellos. Sin embargo, con todo lo poco que se y con lo mal padre que uno es, Mis hijos tienen una vida plena, feliz, gratificante, son excelentes en su aula y si… cuando se pasaban de la raya y no cedian por torquedad, llevaron en su dia en el culo, sin haber sufrido ningún trauma y gozando hoy en dia de una relación magnifica con hermanos y padres.
    No se averguecen por disciplinar a su hijo, No todos somos iguales, ni debemos educar igual, a pesar de lo que digan, somos y los niños son diferentes y unos buscan limites mucho más allá que otros, No se puede educar igual al travieso que al prudente. Sin duda habrá mas métodos para educar mejor, puero no siempre son tan eficaces, ni la gente trabaja para tener un psicologo a sueldo todo el día en casa.
    Muchos somos delincuentes a ojos del buenismo impuesto me parece a mi.

  10. Noelia dice:

    Buenas. Vine a leer sobre el tema porque no marido estaba discutiendo con mi hijo de 13 años, mi hijo lo empujó varias veces, yo intercedi para que entendiera que eso estaba mal y me empujó a mí también. En ese momento ya no pude contenerme y le pegue unas bofetadas . Ahora se que necesito ayuda porque la situación se salió de control. Es horrible la sensación de saber que lo lastime y no pude ayudarlos sino que empeore la situación.

  11. Ángeles dice:

    Hola a todos

    Escribo en un momento de estos de bajón,en el que piensas que no puedes más con tu vida,tengo una niña de seis años y un niño de tres,mi hija siempre ha sido muy activa,requiere de mucha atención,y nosotros se la damos aunque estoy agotada.
    A mi hijo le pasa igual pero además es muy desafiante,supongo que es la edad,pero llega a puntos muy extremos y pruebo todas las técnicas,nada me funciona.
    El punto álgido ha sido hoy,en medio de la carretera incluso se ha quitado el cinturón poniéndose en peligro a él y a todos en el coche y no había manera de razonar con el.He tenido que obligarle y aún así no se podía se lo quitaba ,he acabado dándole tortazos en la pierna para que se estuviera quieto,no sabía qué hacer.
    Ahora tengo un bajón tremendo,le he pedido perdón ,le he dicho que eso no se hace ,que mamá se ha equivocado,también le he explicado porque es tan importante el cinturón,pero no sé cómo solucionar este tipo de desafíos,nada me funciona,no razona,por mucho que le expliqué.
    En momentos así,me siento la peor madre del mundo.
    Siento el desahogo,estoy que no puedo más….

  12. Paola Andrea Sánchez Ángel dice:

    Le pegue a mi hija de 3 años por qué suele gritar sin sentido aún pidiendo que se calme. Siento que pierdo el control con frecuencia, hago reflexión de mis hechos sin embargo no he logrado mantener mi propia calma y siempre mi nena ve mi descarga de emociones negativas. Le pedí perdón sin justificar mi acción pero no estoy segura de cómo hacer para que no vuelva a ocurrir.

  13. Celeste dice:

    Me siento fatal he llorado como nunca, mi hijo de casi 4 años casi no come, hemos intentado de todo y suele provocarse el vómito por un pedacito de comida, hoy no pude más perdí la paciencia y le pagué muy fuerte arriba de su nalguita, incluso le deje un morado ? nunca lo había hecho, no sé qué me pasó, siento que estoy repitiendo los patrones de mi madre, ella me pegaba mucho de pequeña y no quiero que mi hijo sienta jamás eso, me siento la peor mamá del mundo, aveces pienso que no lo merezco, son solo niños no nacen sabiendo ☹ le he pedido perdón todo el día, pero cada vez que lo veo siento mucha pena y culpa. Definitivamente todos deberíamos sanar nuestros pasados antes de traer niños al mundo para no repetir los mismos errores con ellos ….

  14. Cm cm dice:

    Perdi el control con mi hija de 9 años, le pegue y grite muy feo, le infringi miedo… ella es retadora conmigo y suele discutir alterarse.. yo no me puedo contener ante sus conducta desafiante… ya nada me resulta … no que se hacer

  15. Patricia Montes dice:

    Pegar a nuestro hijo o hija nunca es una buena opcion sea cual sea la razon porque nada se arregla con violencia. Esto se debe a que los niños pueden llegar a ser muy irritables hasta el punto que uno explota pero es asi donde uno debe pensar y en vez de usar la violencia, usar el dialogo.

    • Egnis Chavez dice:

      Muchas gracias por tu blog. Personalmente estoy atravesando una muy difícil situación con mi hija de 12. Le pegue por haberse tomado fotos en ropa interior y compartirlas. Yo había hablado mucho sobre este tema con ella y el cuidado que debía tener y ser responsable al tener un teléfono, sin embargo lo hizo y yo al darme cuenta perdí el control y le pegue. Ella lo comento con la psicólogo del colegio y ahora me han puesto en un proceso judicial pues esto se considera un delito. Yo amo infinitamente a mis hijos. Y lamento mucho haberle pegado. Mi corazón está muy dolido pues ahora temo que a parte del daño que yo le hice al pegarle, me puedan dar una orden para alejarme de mis hijos. Me siento muy destruida.

  16. Yolanda dice:

    Hola, escribo aquí porque estoy desesperada, se que hice mal muy mal y me siento terrible, esque mi bebé a veces llora mucho y no lo puedo calmar con nada, llora por lapsos de 30 min y luego se calma para después llorar mucho más, y yo como una loca le di nalgadas por estar muy desesperada, de inmediato me puse a llorar con él ya no quiero hacerlo y me da mucho miedo sentirme así de nuevo y caer y abusar de nuevo

  17. GLADYS dice:

    Hola, Soy de Panamá y ahora que tengo un hijo de 2 años y medio todo el mundo me dice que debo pegarle para corregirlo, todos, la familia de mi esposo, la mía, amigos, gente que ni conozco, es más, toooodos ven mal que no le haya pegado. He logrado que mi esposo no le pegue porque a su hija mayor, sì que le dio bastante. Mi madre me da consejos de còmo y cuàndo debo pegarle. Las personas que nos aconsejan son personas violentas, son personas buenas pero pegarle a un niño es normal acà. Sinceramente no quiero hacer eso, no tengo las agallas de hacer eso, tengo perros y nunca les peguè aunque tambièn me lo dijeron, porquè le pegarìa a mi hijo? Aveces no sè que hacer, en esos momentos de rabieta trato de distraerlo o lo ignoro o le hablo fuerte. En el campo, la familia de mi esposo nos dio unos bejucos que solo pican y que dice que con eso puedo comenzar….te digo, es toda una escuela por acà de como pegarle a los hijos. A veces me confundo y pienso: y si no le pego y se me vuelve delincuente? A mi me pegaron igual que a todos mis amigos y somos personas correctas (aunque tengo autoestima baja y los demàs no sè què tendràn)……què hago?

  18. Dallanna dice:

    Tengo un niño de 3 años y lo golpie dos veces muy fuerte me cientouy triste y mal soy la peor mamá del mundo yo lo amo demaciado pero tiene conductas quee desesperan y tradelecho tengo ai esposo que no me ayuda para nada en educarlo y en apoyarme solo por qué el dice que él trabaja y que eso me toca Ami por qué yo estoy en la casa y tengo que hacer todo como cocinar lavar planchar hacer tareas llevar al jardín hacer todos los oficios de la casa y tengo otro hijo de 15 años y también me toca estar pendiente de él me ciento cansada y lo peor fue pegarle Ami hijo de 3 años no me hace caso todo tira al piso es voluntarioso me pega tira asta la puertas grita ….,no se que hacer

  19. Jenny dice:

    Hola, escribo porque me siento muy triste por la forma en que actúe hoy con mi hijo, le pegue no supe cómo reaccionar fue debido a que me di vuelta un segundo y le hizo daño a la bebé de tres meses. Me altere mucho es una bebé muy pequeña y muchas veces hemos conversado que no se le hace daño. En verdad me siento muy mal le pedí disculpas a mi hijo le dije que me altere por susto porque la bebé en verdad lloro muchísimo pero gracias a Dios no fue grave y me imagino que mi pequeño de 4 años igual se asustó por el daño a la bebé y por mi reacción .como puedo manejar esto, a ambos los amo y me doy el tiempo cuando la bebé duerme de estar con el y conversar le abrazarlo apenas puedo, espero no volver a repetir mi actuar si el intenta hacer eso nuevamente ni que su autoestima se vea afectado por qué reaccione así

  20. Eva dice:

    Ayer le di a mi hijo de dos años y pico un cachete en la pierna porque me cegué en un momento en el que le dije que no tirara la ropa y riéndose volvió a empujarla con el pie para que se cayera. Me sentí fatal. Estaba orgullosa de nunca haberle pegado pero finalmente caí. Le pedí perdón y voy a intentar que no vuelva a suceder.

  21. Jes dice:

    Estoy contigo, la teoría me la sé , pero cuando la pones en práctica una y otra vez y ves que no sale como en los libros o en los miles de post sobre educar en positivo que leo me acaba desesperando , me genera más ansiedad y hace sentir que soy peor madre cada día que pasa . No sé cómo explicarlo, quizás ya esto me tiene tan agobiada pero todo lo que leo sobre el tema me cabrea más y desconfío

  22. JC dice:

    le di unas riendas a mi hijo de 3 años porque se orino 2 veces seguidas en la ropa que ya le habia puesto para salir, me siento el peor padre del mundo… no he podido dormir bien dos noches por la culpa que siento, he luchado durante 2 años por poder verlo ya que estamos separados con la mamá persona que me tiene muchos procesos legales injustos, siento que talvez saque tanta frustacion con mi niño y me siento tan culpable… tan mal padre que siento que ya no me merezco ni verlo de nuevo… fui corregido de la misma forma por mi madre y me jure que jamas le haria eso a un hijo y estoy repitiendo el patron… que Dios me ayude y bendiga siempre a mi niño bello

  23. Lupita Guzmán. dice:

    Mi hija es lo más hermoso en mi vida,es una niña muy tranquila, inteligente,aplicada e incluso ordenada,muy educada y por eso me dolió mucho que hoy por la mañana le di un manotazo seguido de un jalón,solo por molestarse porque no le quise comprar algo ,no me gustan los berrinches y por ende ella no los hace frecuentemente pero hoy no logre controlarme y mis nervios me traicionaron,no me cansé de pedirle perdón casi de inmediato pero hice un punto que en este blog claro dice que no hay que hacer y de haberlo leído antes lo hubiera evitado,eb cuanto salga de la primaria le pediré nuevamente una disculpa evitando hacerla creer que se lo merecía, aunque le dije que fue mi error y que nada me justificaba, hubo un momento en el que creo que la hice sentir culpable .
    Me siento cómo la peor madre.

  24. Melissa Muñoz dice:

    Con todos los comentarios me identifico. A veces quisiera salir corriendo y aparecer en Narnia. Excelente tu post Álvaro, muy buenas recomendaciones. Hay que tener fuerza de voluntad y sensibilizarse ante los hijos para entenderlos. A veces un abrazo basta para calmar cualquier soberbia, muchas veces lo logro, otras veces me dejó llevar de mi irá y puuuuun, sale el grito y el golpe. Después, viene esa sensación de valer miércoles. Converso mucho con mi hijo, vuelvo a comenzar de nuevo haciendo cada vez más conciente de mis fallas y bueno aplicando toooooooooodoooo lo que leo. Gracias Álvaro por tan valioso post. 👏👏👏👏♥️

  25. Anny dice:

    He pedido perdón justificandome, y eso me hace sentir tan mal, mi niña también tiene 3 años, 4 veces llevandola al baño a hacer sus necesidades y me sale haciendose en la trusa, perdi el control le di una palmadita, fuimos a la escuela ,pedi perdón y me siento fatal, no fue justo para ella, solo me lmito a decir es que fue por esto o aquello tengo que mejorar , tengo que aprender a controlar mis impulsos asi no quiero criar, no quiero.

  26. Sasi dice:

    En rato buscaré ayuda ya no puedo seguir así, me siento la peor mujer del mundo, me quedé con ganas de matarme por la culpa

  27. Mariangel dice:

    Hola yo hoy le pegué a mi hija de 10 años me hizo una grosería con los dedos eso me hizo enojar mucho y le di una cachetadas en la cara luego de lo hice me arrepiento mucho porque no quiero ser como mi mamá fue conmigo ella fue muy severa conmigo y no quiero repetir el mismo patrón para mis hijos yo le pedí perdón y le dije que lo siento mucho que se me fue la mano la verdad eso siempre lo va a recordar ella,,, soy la peor madre de este mundo me siento muy fatal

  28. patricio dice:

    Ayer viví la peor situación de mi vida como padre, agredí a mi hija mayor, (8 años) no la golpee, pero le grité, (mucho y fuerte), tapé la boca con la mano, la empujé, estaba viendo algo en el celular, (no sé qué porque entremedio de la discusión me dijo que le soltara el teléfono para mostrarme y eliminó la aplicación (tiktok), no sé que estaba viendo, pero lo estaba viendo escondida y estaba aterrada de que yo lo viera, entre los gritos, y cuando la empujé (yo estaba con mi hija menor de 1 año y medio en brazos), mi hijo de 5 años se aterró y me comenzó a tirar cosas y a intentar pegarme con un peluche, él estaba aterrado, de su padre, y yo finalmente me saque el cinturón para amenazarlos, y estaba dispuesto a golpearlos, (lo digo porque todavía me duele el alma) se calmaron, no por respeto, sino por miedo, desde que tengo memoria, es la primera noche que se duermen sin pedirme que les lea o cuente historias, mi señora no intervino en nada, se fue a la pieza matrimonial y se tapó los oídos acurrucada, (después cuando todo se calmó me miraba con una mirada entre miedo, enojo y frustración, y se culpaba ella, (sin tener responsabilidad en lo absoluto) luego me dijo que se desbordó porque recordó cuando era pequeña y vivía episodios de violencia entre sus padres y con ellos, me críe rodeado de violencia, tanto en mi casa, como el barrio donde vivíamos cuando era pequeño, he luchado para mantener a mis hijos lejos de un ambiente de violencia, y lo peor que puede pasar es que el causante de la violencia sea yo, ya tenemos hora con una psicóloga infantil para que nos apoye con herramientas, porque si hay algo que tenemos claro es que amamos a nuestros hijos y que ellos no merecen que nadie los agreda, menos su padre.

  29. Martina Villaescusa dice:

    Me siento muy mal, porque ya es como la octava vez que le pego a mi hijo muy feo, le doy patadas, lo aviento contra la pared, le grito, y ya no quiero volver a hacerlo, porque sé que eso le hace mucho daño. Digo que no lo voy a volver a hacer, y termino haciéndolo, no tengo dinero para ir con el psicólogo, pero lo digo de corazón que quiero no hacerlo más, estoy pensando que a la próxima que el niño este alterado, yo irme de allí , irme para otro lugar, no sé cualquier cosa, menos golpearlo, quiero tener autocontrol, quiero educarlo bien y no puedo.

  30. Gladys González dice:

    Yo evitè que mi esposo le pegara hasta los 3 años, pero ya comenzò porque no he sabido evitar los berrinches, golpes, y rabietas y me duele pero la verdad ya no sè si es mejor eso para evitar que sea delincuente como nos dicen nuestros padres. Estoy confundida, cuando le pega con alguna cinta, aunque no sea muy fuerte, èl llora y viene hacia mì y yo lo abrazo y mi esposo se enoja porque dice que no debo abrazarlo pero què hago? lo empujo? como no abrazar a un niño que llora porque le pegaron. Yo no quiero que ya le pegue pero no logro que se comporte. Mi suegra y mis padres siempre nos dicen que le peguemos porque asì se endereza y yo no puedo, ni quiero pegarle ni a una mosca, No està en mì y me parece ilògico que le digamos que no pegue si le pegamos. Quisiera tener otro hijo, pero la verdad con esta experiencia no quiero màs, no quiero traer niños a que sean golpeados.

  31. David Armengol dice:

    Mi hijo tiene 18 años. Es muy reservado con toda la gente de fuera de casa pero con nosotros descarga toda su ira e incluso nos maltrata insultandonos a su madre, hermano y a mi. Insultos gordos.
    La verdad que lleva ya como 1 año y medio o así actuando así…
    El otro dia ya no pude más y me dirigí a él muy enfadado para asustarlo y decirle que nunca mas nos falte el respeto a ver si se arrepetia o si se asustaba al verme así. Él siguió insultandome con insultos bastante grabes. Y mi reaaccion fue darle 2 bofetadas.
    Él se fue llorando a su habitación y rompiió todas sus fotos de pequeño que tenia con nosotros. Y desde entonces no quiere verme. Baja a comer cuando yo no estoy y no sale de su habitacion si yo estoy aqui.
    Como debo actuar?? Tengo el corazón roto de esta situación.

  32. Santiago dice:

    Dos cositas. Una: tiene usted grabado el tortazo que le dieron por tirar unas croquetas al patio? O sea, encima de ser malcriado, rencoroso? Y dos: a ustedes, los que supuestamente saben educar, no les preocupa el alarmante y evidente retroceso en valores de la sociedad en general? Porque puede que estén criando niños sin traumas (posiblemente, con otros traumas) pero nunca hubo menos solidaridad (más abandono de personas mayores, p.e), más ideas suicidas en jóvenes, violencia juvenil, agresiones sexuales, pérdida de autoridad, etc., etc. Y los responsables mucho me temo que son los que esparcen ideas buenistas sobre la educación.

  33. Rosana dice:

    ¿Que sucede si tus padres te han pegado toda tu infancia y cuando tuviste la edad para defenderte dejaron de hacerlo? Mis padres hacían eso, ahora se enojan cuando yo les contesto y grito de forma agresiva, tal como ellos hacían solo que sin golpearlos.

  34. Melizza dice:

    Me siento terrible mi hija tiene 5 años hoy le di a mi hija su pierna esta marcadae siento terrible
    Estoy tratando de entenderla pero.me resulta complicado llora mucho de todo por todo
    Hoy fue un dia terrible
    Se la paso llorando haciendo berrinche y hoy exploteé y la eh golepado con mi sandalia
    Y me siento fatal el dia de navidad hizo una mega travesura y se echo perfume en todo el cuerpo y como ella sufre de asma empezo a toser se la desesperación el enojo el todo ñe mande un bofetada
    Estoy perdiendo la paciencia y eso me pone mal no quiero hacer eso quiero entenderla pero no se ahora me me siento terri ble quisiera retroceder el tiempo y no hacerlo pero ya esta echo ya esta marcado su alma y corazón d emi hija pese a que hace berrinches no deja de ser una niña muy sencible
    Y siento que después del primer castigo esta peor y ahora con esto de hoy no se que va pasar con mi hija me siento tan mal

  35. Gladys dice:

    Me identifico con todos los comentarios hay Dios le grito a mi hija anoche le di 2 chancletazos sin querer se callo y se golpeó la cabeza ella esta bien pero Hay Dios mio me puse a llorar ella es muy demandante y yo pues casi sin paciencia soy mamá soltera de 3 y pues ya a mis 40 años de edad una nota de 3 años y medio, trabajo mucho, estudio mi día libre solo domingo y ese día tengo que hacer todo lo de la casa y más, hay Dios mio, no quiero ser una mala madre le pedí perdón a mi niña y a Dios no se que hacer me siento desesperada necesito ayuda…de verdad… consejos xfavor doctor

  36. Catalina dice:

    Hola, me siento muy apenada.. tengo un hijo de 2 años , sano , extrovertido y muy hablador. A veces llora mucho no deja que lo corrija con palabras , nunca le he levantado la mano, pero si cuando hace algo mal lo reto. Hoy vino su padre (el y yo estamos separados pero somos amigos) el está consciente que el niño no me hace caso, mi hijo me pega, muerde y siempre me tira el cabello a veces me saca de a mechones.. para resumir estábamos jugando, el padre me tenía sofocada e inmóvil. Por lo que le dio la posibilidad de que mi hijo me tirara el cabello , no hizo nada por ayudarme trate como pude de librarme de su agarre pero al ver que su papá se reía me lo tiraba con más fuerzas y para soltarme tuve que darle un golpe en las manos, NO FUE UN GOLPE FUERTE.
    Y el papa enfurecido me amenazó diciendo que si yo le volvía a pegar al niño me haría algo. Me sentí muy mal por haberlo hecho y a él le expliqué que no fue con fuerza pero no me dejó hablar , ahora le dice a medio mundo que le pegó a mi hijo yo sé cómo soy y jamás le levantaría la mano a mi hijo como el dice, pero no puedo evitar llorar de arrepentimiento. Algún consejo?

  37. Jesús dice:

    Hoy le acabo de dar una bofetada a mi hijo de 14 años, es muy alto y hace ejercicio, es muy inteligente y le gusta mucho el justificar el porque de las cosas y creo que eso mismo lo ha hecho sentirse más preparado que todos nosotros y a su vez le ha hecho retarme físicamente y revelarse, yo creo que el siente que por su estatura y fuerza, fácil podría golpearme y cree que tenemos que hacer todo lo que el quiere, todo si el tiene ganas o no tiene ganas y yo enojado le comenté que es egoísta porque siempre piensa solo en él, solo en sus necesidades y no le importa lo que uno hace por él y me respondió y fue entonces que le di una bofetada pero me siento fatal.
    Es la primera vez que le pego a mi hijo en estos 14 años de vida que lleva. Y no se que hacer.

  38. Karina dice:

    Hola hoy me siento la peor persona del mundo le di una bofetada a mi niño de 7 años me siento super mal por lo que hice me disculpe con el no queria pegarle le prometi que no lo vovere aser que lo amo mucho pero igula no dejo de sentirme mal

  39. Carlos Martinez dice:

    Estoy super frustrado porque mi hijo de 9 años a casi todo dice que no, a la hora de tarea escolar, cepillarse, bañarse, ordenar su ropa, dejar la Pc o la Tv (Aun y cuando se haga trato previo del tiempo de uso), a veces no hace caso a su maestra porque no desea agarrar dictado, me entristece asumir que pierdo el control y le he gritado o pegado porque le hablo en voz baja, con calma y el se altera y dice que no lo puedo obligar hacer algo que no le gusta o no quiere…soy de Venezuela y fui ciado por un padre que me educaba con gritos y tortazos y me siento muy triste porque no deseo repetir lo mismo pero me es muy difícil ser un mejor padre al no poder lograr que mi hijo de 9 años acepte hacer sus cosas sin pataletas….espero en este foro encontrar una orientación…Gracias!!

  40. Johana dice:

    Hola tengo una hija de 18 años hoy le he pegado por qué me faltó al respeto, pero realmente me siento mal. A causa de ello no me habakdi en todo el día y no se qué hacer 😥

  41. Johana dice:

    Hola tengo una hija de 18 años hoy le he pegado por qué me faltó al respeto, pero realmente me siento mal. A causa de ello no me hablado en todo el día y no se qué hacer 😥

  42. Abel dice:

    La madre de mis hijos ya tiene como costumbre pegar a los niños y no sé qué hacer? No quiero denunciarla porque intuyó de que no lo hace por gusto, pero ya es bastante y lo veo reflejado en mis hijos que siempre me lo cuentan como para protegerles, por favor ayuda que ya no sé qué hacer

  43. Agustina dice:

    Hola dr, mí hijo el mes que viene cumple los 3 años y ya hace meses que no hace caso, estoy hablando por llamada y me saca el celular y si no le doy me persigue y llora, agarra el control para cambiar de canal, se enoja, pero es tierno todo y cuando lo reto me dice “mamá yo te amo” y con eso me compra, y otro problema más grande es cuando lo llevo a la casa de una amiga que tiene dos hijos una nena y un nene, la nena tiene 7 y se lleva te bien y con el nene lo ve y lo pega, como que lo rechaza nosé que le pasa, el otro nene es re tranquilo, tienen la misma edad, me canso de hablarle y no me entiende.

    • Cris dice:

      Le acabo de dar 2 nalgadas fuertes a mi nena de 7 años. La verdas ya no se que hacer…
      Hace tiempo que vengo luchando con ella porque ensucia con caca sus calzones, a veces se hace pis, y es capaz de estar sucia todo el día. Por no dejar de jugar, se demora y demora y se hace encima. Se saca la ropa con caca y la esconde para ocultarla de mi… he intentado de todo, hasta psicologa! porque hasta pensé que podía haber sido víctima de abuso…
      En las terapias la psicologa terminó por decirme que ella está bien, que es tipico de la edad y de su manipulación, que cuando ella quiere hacer sus necesidades en tiempo y forma, lo hace…
      La llevé al médico, le hicieron estudios para saber si lo que hacía era por un problema físico ya que al ensuciarse seguido con caca se pescó 2 veces infecciones urinarias.
      Que más puedo hacer? Le pegué y me siento fatal… no quiero esto.

  44. Raúl dice:

    Este tipo de publicaciones lo único que crean es más desasosiego que otra cosa. Estoy de acuerdo que no se debe pegar a los hijos pero si por alguna razón pasa…..pues no es ningún drama, eso de que no tiene arreglo…..

  45. catherine dice:

    hola…
    me siento muy mal porque le pegue a mi hijo de 6 años por irse alegandome cuando le pedi que buscara algo de el.

  46. Majo morales dice:

    Mi situación es q mi esposo no es el padre de mi hijo y cada q llora o se enoja el le quiere pegar necesito algún consejo no puedo hacer q el deje de llorar o ponerse enojado si alguien le dice algo y aveces pierdo el control y le pegó que debo hacer

  47. Linda dice:

    Por favor necesito un consejo. Mi esposo que no es papá de mi primer hijo lo golpeo por que mi hijo tenia una actitud adolescente. Lo lastimo qué salio sangre de su nariz y le. Quedo un moretón ya qué le pego una cachetada muy fuerte. Le pedí se fuera de la casa ya qué es algo injusto lo que hizo creo que no hay perdón. Ahora tengo una hija con el y estoy embarazada de otro bebé qué harían ustedes?

  48. Oda dice:

    El vínculo entre madre e hijo es muy potente y se forma incluso antes del nacimiento.
    En general una madre ha tenido que ser muy desastrosa y terrible para que ese lazo se rompa y los hijos renieguen de ella.
    Pero con el padre suele ser diferente, el vínculo ha de ser construído poco a poco y siempre es más delicado.
    Recomiendo, a los hombres especialmente, que si desean que ese lazo permanezca sólido, se abstengan de propasarse con los hijos.
    Piensen los padres y mediten mucho antes de actuar, no se dejen llevar por la rabia.
    Y mucho menos utilizar a los retoños como bolsa de la basura para descargar un mal día en el trabajo o cualquier clase de neura, porque eso hasta un chiquillo muy pequeño lo percibe.
    Un niño no sabe álgebra ni Derecho Romano, pero detecta a la perfección el desamor.
    Firmeza y normas claras…¡pero hagas lo que hagas y seas como seas, arréglatelas para que tus hijos sepan siempre y sin ningún género de duda que les quieres y que lo que haces es por su bien!.
    La disciplina, la correctiva, deben ser con amor, respeto y calma.
    El educador no puede hacer añicos la dignidad del aprendiz.
    Además el cerebro de los menores, al estar formándose, es como una bola blandita de barro fresco; de cualquier cosa, buena o mala, queda huella indeleble para toda la vida.
    Yo de adolescente no era rebelde. Era la típica chica tímida y tranquila, muy educada, muy sensible y soñadora, con pocos amigos, refugiada en la lectura, a la que le gustaba dibujar y tocar el piano.
    Padecía además un problema de salud que afectaba a mi aspecto físico, y eso me hacía sufrir intensamente.
    En una sociedad donde las mujeres son juzgadas con dureza por su apariencia yo las pasé canutas.
    Ni drogas, ni alcohol…ni siquiera “promiscuidad” alguna; yo me acosté con un chaval por primera vez con 19 años y me moría de preocupación de que mis padres se enterasen.
    Mi padre era un señor 42 años mayor que yo y con ideas anticuadas y rígidas.
    Segun él eso de que una mujer saliera de noche era propio de putas.
    Opinaba que violar a una esposa no era tan grave y que entraba dentro del contrato de “deberes conyugales”…mi hermano pequeño fue concebido de esa manera.
    La hizo a mi madre un hijo a lo bestia, “porque yo lo mando”, sin cuidarse ni preocuparse.
    Aquella mujer cuarentañera que no debería de haber parido más porque en aquella época eran embarazos de alto riesgo.
    Yo lo sé…mi hermano menor no, y me llevaré el secreto porque aunque seamos ya bien adultos es un tema demasiado traumático.
    No se ocupaba demasiado de los hijos, éramos muy desconocidos para él.
    No sabía gran cosa de mis penas personales, tristezas o dificultades…mi escuela estaba a 200 metros de nuestro domicilio, casi puerta con puerta, y en 9 años no se asomó por ahí ni una sola vez a ver qué tal me iba, ni siquiera cuando surgían problemas.
    Toda la infancia tuve depresiones desde párvulos por la situación en mi casa.
    Me aislaba de los demás, me desconcentraba en clase, iba desaliñada o sin aseo.
    Ocupada en sobrevivir a menudo no llevaba los deberes requeridos ni los útiles necesarios y me quedaba en blanco en los exámenes.
    No era infrecuente que de pequeña me pasara todo el recreo sola e inmóvil abrazada a un árbol mirando a la nada.
    Recuerdo que deseaba intensamente jugar con los otros niños pero que no era capaz de moverme de donde estaba agarrada, como si el alma me pesara.
    Las maestras, esas encantadoras funcionarias sin vocación alguna que únicamente iban para cumplir el expediente y
    que anhelaban jubilarse ya casi desde el primer día de su carrera, dicho por ellas mismas en numerosas ocasiones, decidieron en petit comité que era autista y me quitaron de en medio mandándome a un aula de niños discapacitados mentales.
    Aquel akelarre de señoras procedían de una mala época donde las mujeres que tenían que trabajar sólo podían emplearse en cuatro cinco oficios a lo sumo:
    Enfermera, secretaria, maestra. prostituta. monja.
    Poco más.
    Y muchas acababan rebotadas ahí, graduadas de magisterio con apenas 19 años, odiando la docencia, a los críos y soñando con que les tocase la lotería para no tener que fichar nunca jamás.
    En Barakaldo no solo las fábricas eran fábricas…las escuelas también y los niños del “baby boom” pasábamos en masa por una gran cadena de montaje donde las piezas con mella eran desechadas sin miramientos.
    De hecho, mi escuela era propiedad de Altos Hornos de Vizcaya.
    Por supuesto, para esa gente, en una familia como la mía, de clase media tirandillo a alta, tan decentes, con un padre tan educado y empleado en una buena firma, con asistenta, comida en el plato y veraneos en Laredo, no podían existir los malos tratos ni el sufrimiento.
    Así que yo constituía el problema; seguro autista o retrasada.
    Que con 13 años leyera enamoradamente a Erasmo de Rotterdam, a Quevedo o a Lorca y que escuchase ópera o música barroca con lágrimas de emoción no hizo que mejorase el panorama ya que pasé de ser considerada “subnormal”, como se decía entonces sin piedad, a ser una vaga indecente e inoperante a la que no valía la pena echar un cable.
    Se ocupaban bien de decírmelo ante todos los demás alumnos e intentaban convencerme de que dejara la escuela, “porque les molestaba estando ahí sentada y ocupaba una plaza en balde”, y que “me pusiera a hacer tareas de peón en el mercado de abastos o algo así”.
    En tan solo un año, (entonces la edad legal eran los 14), ya podía trabajar sirviendo txikitos y limpiando retretes en un bar.
    Consejo magnífico para una mujer de 13 años: enfrentarse a la vida sin formación ni titulación primaria básica condenada a ser mula de carga sin opciones de escapatoria.
    Nada de lo que sé se lo debo a aquel sistema educativo atroz, ni siquiera escribir bien y sin faltas…el que al menos hubiese muchos libros en mi casa y que yo los amara me salvó la vida.
    Juro que nunca se me acercó nadie de ese profesorado ni un segundo a ofrecerme un gesto amable o preguntarme si me pasaba algo.
    Entonces no era como ahora…
    En los años 80 esas aulas “especiales” donde enviaban a los críos “diferentes” eran pequeños aparcamientos escondidos en la última planta del edificio para alumnos que estorbaban y con los que no sabían qué demonios hacer.
    Escasa voluntad, vocación y cariño,
    Nula y caduca formación.
    Aulas masificadas hasta la bandera.
    Los niños que teníamos alguna dificultad y no podíamos adaptarnos a la gran maquinaria estábamos perdidos.
    Ahí me pasé buena temporada apartada en ese cuartito, sin estímulos, sin psicólogo y haciendo palotes en un papel durante horas sin saber a qué fin. Rodeada de pobres críos que se balanceaban con la saliva cayéndoles por la barbilla.
    Había uno enorme, Juan Manuel, con bigote ya, 15 años y muy discapacitado mentalmente que me repetía “te como el chocho, puta, puta, guarra, chocho”.
    Y yo con apenas 10 años de edad muerta de miedo.
    Era un lugar tristísimo.
    Para colmo, cuando llegaba la hora de ir al “aula especial para tontos”, la maestra me hacía levantarme en plena clase, abandonar la lección para “los niños normales” y delante de todos mis compañeros recoger mis cosas y salir yo sola camino del lugar que me correspondía.
    Imaginad la angustia y el bochorno que eso podía producir en una niña tímida.
    En aquel momento se hacía un silencio sepulcral en clase…ni una risa.
    Observándome todos muy serios y callados.
    Creo que muchos de esos niños, mejor que la maestra adulta y estúpida funcional, eran capaces por afinidad infantil de percibir mi mirada de tristeza.
    Por mi parte, para no tener que odiar a mis padres ni a mis maestras, que eran los seres que supuestamente estaban para protegerme y guiarme, mi cabecita se autoconvenció de que yo era, efectivamente, tonta de remate, lenta, torpe, inadecuada y que había algo malo en mi.
    Mi padre no llegó ni a enterarse de eso ni de casi nada.
    “Los hijos para la mujer” era su forma de llevar la familia.
    Él era un hombre culto y tenía un buen trabajo estable en una prestigiosa empresa.
    De joven había impartido clases a universitarios para sacarse unos dineros… llegó a montar una academia con un compañero de la facultad.
    Pero si nosotros suspendíamos un examen básico de EGB nos dirigía alguna frase de menosprecio, pagaba a estudiantes desconocidos para que nos ayudaran y desaparecía para irse a sus entretenimientos.
    Y nosotros le necesitábamos a él.
    Lo arreglaba todo con dinero y luego te abandonaba.
    El padre más ausente y raro que he visto nunca, era como si no fuésemos cosa suya.
    Me pegó varias veces, pero la somanta de bofetadas que me propinó con 17 años por desobedecerle y salir a bailar con una amiga, (una de las pocas que había conseguido hacer), me dolió en el alma.
    Esa fue antológica.
    Fue uno de los escasos gestos de rebeldía que tuve de chavala.
    Yo hasta entonces había tenido muy poca vida social, muchos complejos y retraimiento.
    Y andaba ilusionadisima con una fiesta en la plaza del pueblo porque iba a ir un chico que me gustaba mucho y yo a él (cosa inédita para mi eso de gustarle a alguien), pero mi aita me prohibió salir.
    No hubo razones, sin más porque sí.
    En realidad aquel chico, de mi misma edad, era de una familia muy humilde y honrada y trabajaba como pescador para ayudar a los suyos
    Eso no le gustaba a mi padre, que decía querer algo mejor para mí.
    Alguien de “más nivel”.
    Ni siquiera quiso hablar con ese muchacho una sóla vez para conocerle, y era buen chaval, nada metido en problemas.
    Llegó a prohibirme que le trajera a nuestra casa no fuera a robarnos algo, por si acaso.
    Yo sin contarle demasiado a mi aita y con mucha mano izquierda, podía ir a casa de mis amistades pero rara vez pude devolverles lo mismo y llevarles a la mía.
    Con decir que de joven mi aita estuvo a punto de entrar al seminario y hacerse cura lo digo todo…entre él y yo la brecha generacional y la brecha de género era enorme.
    Al final conseguí salir a esa fiesta sin que se enterase, pero mi hermano mayor, que siempre estaba al acecho, le informó soplandole al oido y lo lanzó con toda malicia contra mi como un toro miura cuando abren la compuerta de Sanfermínes.
    Agitó el trapo rojo y mi padre entró a mochar loco de ira.
    Ese hermano golfeaba, bebía, fumaba porros y salía de juerga con total libertad cuándo y como quería, que para eso era varón.
    Las reglas para mí eran distintas.
    En la calle eran los años 90, pero en mi casa, en cuanto entraba, se respiraban los 40 o los 50.
    Yo estaba en la cama y mi padre, al enterarse de que había desafiado su orden, irrumpió enfurecido en mi dormitorio.
    Yo con la boca abierta por la sorpresa.
    Tenía el rostro congestionado y había perdido por completo el control, estaba fuera de sí.
    Sin mediar palabra se arrojó sobre mi y me puso las rodillas en el pecho para que no pudiera escapar…me llovían los bofetones por todas partes.
    Las mantas y el peso de mi padre me inmovilizaban de las axilas para abajo.
    Intentaba interponer los brazos para protegerme, pero a pesar de ser un hombre ya maduro mi padre era un hombre grande y todavía muy fuerte.
    Casi 100 kilos de tío encima de mi soltándome guantazos.
    No podía moverme, era como un saco de boxeo a su total disposición.
    Menudas manazas de pelotari.
    Gritaba, lloraba y le suplicaba que parase…pero en vano…me golpeaba con todas sus energías.
    Me repetía berreando que “aunque sea lo último que haga yo te voy a educar y enderezar”.
    Entre impacto e impacto yo podía entrever a ese hermano mayor, de 21 años.
    Observaba el espectáculo desde el quicio de la puerta y se reía muy satisfecho haciendo gestos de burla y sarcasmo.
    Cuánto más lloraba más se mofaba.
    No podía comprender por qué me odiaba de esa forma, si yo no le había hecho nada.
    En mi mundo interno no era capaz de comprender cómo alguien podía disfrutar con el desgarro de otro; el alma me hizo “crac”.
    Tuve el rostro hinchado varios días, una ojera de color lila y marcas en los antebrazos.
    Todo el pecho dolorido por la presión de aquellas rodillas.
    Lo peor era por dentro…el sentirse una mierda, el sentirse en una ratonera sin esperanza.
    Por supuesto, mi padre ningún ademán de pedirme disculpas porque él NUNCA se equivocaba.
    Todo siguió como si no hubiera ocurrido nada.
    Hoy en día, tantos años después, todavía se me pone un nudo en la garganta…el dolor, la indefensión, la sensación de humillación, la soledad, pidiendo a gritos sin que nadie me ayudara ( ¿dónde estaba mi madre? ¿ocho plantas de edificio, a tres puertas cada planta, y ningún vecino me escuchaba?) y las muecas de mofa de mi hermano carcajeándose con crueldad están grabadas a fuego en mi corazón.
    No me parece bien el azote a un niño pequeño, pero menos el agredir así a una joven mujercita por muy hija tuya que sea.
    Tampoco el tolerar, promover o premiar la delación y el acoso dentro de lo que debería ser un hogar.
    Pues bien, desde entonces hasta que murió quince años después no pude volver a tocar a mi aita ni permitía que él me tocara.
    Y cuando digo “tocar” me refiero a un simple roce casual, mucho menos un abrazo.
    Sólo le cogí la mano ya en el hospital en su lecho de muerte para reconfortarle, y ni siquiera en ese momento me olvidé de lo ocurrido.
    Pero lo hice por compasión y porque creo que la Ley del Talión no está bien ante el árbol caído.
    Yo, tras aquella golpiza, era protocolariamente correcta con él…”buenas tardes, buenos días” etc .
    Pero mi cuerpo lo rechazaba.
    Ni siquiera yo lo hacía aposta. Simplemente sentía incomodidad sólo con que él me rozara al pasar y me retiraba del contacto espontáneamente tal que si me quemara.
    Era una especie de “pídeme que te haga unas patatas fritas o que te traiga el periódico, pero no esperes que te abrace porque mi cuerpo se va a escabullir”.
    Mi cuerpo no le quería.
    Mi alma ya no estaba ahí, estaba muy lejos de él.
    “Eres más fuerte físicamente y eres la Autoridad; puedes hacerme o decirme todo lo que te parezca, pero no puedes obligarme a que sienta afecto”.
    Y él lo notaba, sin duda, pero jamás se arrepintió tanto como para pedirme algún tipo de perdón o hablarme sobre aquello.
    Una puerta se cerró…algo muy profundo se quebró y no se pudo volver a recomponer.
    A día de hoy (murió en 2007) me acuerdo con mucha más emoción de la señora que nos cuidaba de pequeños, de mi;pobre abuelo materno (al que mi padre detestaba) y de una perrita que tuve.
    Siempre pienso que si el Paraíso existiera, cuando yo me vaya, me encantaría reencontrarme con esos seres…pero mi padre… bueno…no le odio… también tenía supongo sus cosas buenas…pero no siento ninguna emoción cuando me viene a la memoria.
    No me importaría no volver a verle en el otro mundo, no le he echado nunca de menos.
    Cuando se fue me di cuenta de que no existía gran diferencia entre que él estuviese vivo o muerto, nada había cambiado porque siempre estuvo sin estar y cuando intervenía, en general, era para mal.
    De todas maneras, si hay un más allá, él estará ahí muy a gusto y muy completo con sus hermanas, sus padres y su cuñado, que eran para él su verdadera familia y no nosotros.
    Sus hermanas y su familia de origen eran lo más chic, lo más fino y lo más sagrado…siempre lo primero.
    Su mujer e hijos no éramos más que adláteres complementarios e inevitables.
    Sin exagerar: cuando tocaba regalar algo a sus hermanas no había dinero suficiente en el planeta para obsequiarlas…bandejas de plata de Durán, porcelanas de firma, pañuelos de Hermès…
    Para más vejación mandaba a mi madre a la boutique de turno a adquirir esas maravillas.
    Pero en cambio para ella, su chacha incansable y gratuíta, nunca había nada y si se le insistía todavía recuerdo su expresión de dolor rebuscando cuatro o cinco monedas de veinte duros en la cartera.
    Ya tiene por tanto todo lo que necesita en ese Edén eterno; no creo que yo, mi madre y el resto le hagamos mucha falta.
    Mis padres no debieron casarse ni tener descendencia, aquello no fue más que un arreglo, un arreglo que salió mal, duró demasiado y lo pagamos los niños bien caro.
    Yo nunca me he casado ni he tenido hijos.

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