Despertares nocturnos en niños ¿Qué hacer?

El sueño infantil es uno de los temas que más preocupan a los padres, y con razón. Los despertares nocturnos son comunes en los niños y forman parte de su desarrollo natural. Para entender por qué los niños se despiertan durante la noche, es importante conocer cómo funcionan los ciclos de sueño. Tanto los adultos como los niños pasamos por diferentes fases de sueño, pero en los bebés y los niños pequeños estos ciclos son más cortos y suelen despertar más fácilmente al final de cada ciclo.
En este post, hablaremos de las etapas del sueño en los niños, las principales causas de despertares nocturnos y cómo ayudar a tu hijo a dormir mejor.

Despertares en las etapas del sueño en los niños

El sueño del niño evoluciona a medida que su cerebro va madurando. No es un proceso que cumpla con unos plazos exactos pero podemos diferenciar una serie de etapas que aparecen en distintos momentos del sueño del niño.
Etapa 1: De 0 a 5 meses
Durante los primeros meses de vida, los bebés aún no diferencian claramente entre el día y la noche. Se guían principalmente por sus necesidades corporales, como el hambre, la incomodidad o la necesidad de afecto. Los ciclos de sueño son muy cortos, y es normal que se despierten cada pocas horas. Estos despertares son fisiológicos, y aunque pueden ser agotadores para los padres, son completamente normales.
Etapa 2: De 5 meses a 18 meses
A partir de los 5 meses, los bebés comienzan a distinguir entre el día y la noche, lo que puede facilitar que duerman durante más tiempo por la noche. Sin embargo, tienden a despertarse al final de cada ciclo de sueño, especialmente si no han aprendido a reconectar su sueño de manera autónoma. En esta etapa, muchos niños siguen necesitando la ayuda de los padres para volver a dormirse.
Etapa 3: De 18 meses a los 3 años
En esta fase, los niños comienzan a tener más deseo de independencia. Es un nivel de madurez que les hace desear hacer algunas cosas solos y son capaces de explorar o jugar en su propia casa. Sin embargo siguen siendo muy inmaduros desde el punto de vista afectivo y necesitan mucha ayuda para sentirse seguros.  Ese deseo de independencia hace que sea el mejor momento para ayudar a los niños a hacer la transición hacia un sueño más autónomo. La clave está en ayudarles a sentir calma en su propio dormitorio, tener buenas rutinas y reducir la ansiedad en los momentos de separación. Cuando esos tres factores se manejan correctamente a través de una estructura bien definida y ejercicios prácticos pueden ayudar.
Etapa 4: Entre los 3 meses y los 6 años
A medida que los niños maduran, sus patrones de sueño se vuelven más estables, pero la presencia de pesadillas o preocupaciones diarias puede interrumpir su descanso. Además siguen teniendo mucha necesidad de apoyo emocional de los padres especialmente si no han aprendido a reconectar el sueño de forma autónoma o no se sienten calmados y seguros en su dormitorio. En esta fase es esencial hacer un trabajo paso a paso para fortalecer seguridad y la capacidad para alcanzar el sueño de forma autónoma.
Etapa 5. A partir de los 6 años
A partir de esta edad, los niños suelen ser capaces de controlar esfínteres durante toda la noche y sus ciclos de sueño son más largos y profundos. Sin embargo, los despertares nocturnos pueden ocurrir ocasionalmente debido a factores emocionales o físicos, como el estrés o algún malestar temporal. En esta etapa los despertares nocturnos numerosos o habituales son indicativos de que no se ha establecido una buena estructura y rutina del sueño y es indicativo de ansiedad de separación que suele ser mantenida por esa mala estructura o hábitos asociados al sueño. Son dificultades que se pueden trabajar conociendo pautas eficaces para fortalecer la independencia en el sueño.

Principales causas de los despertares nocturnos en niños

Las causas de los despertares nocturnos varían según la edad y el desarrollo del niño. Algunas de las más comunes incluyen:
– Hambre o incomodidad: Especialmente en los primeros meses de vida, los bebés se despiertan para alimentarse o porque necesitan un cambio de pañal.
– Factores físicos: El dolor por el crecimiento, la necesidad de ir al baño o algún malestar pueden provocar despertares nocturnos.
– Rutinas inadecuadas: La falta de una rutina consistente para acostarse puede dificultar que el niño se relaje y logre un sueño profundo.
– Desarrollo emocional: A medida que los niños crecen, las emociones juegan un papel importante en el sueño. La ansiedad por separación, las pesadillas o los miedos nocturnos pueden interrumpir el sueño.
Cómo abordar los despertares nocturnos de mi hijo
No es lo habitual pero algunos niños y niñas duermen prácticamente del tirón desde que son bebés. Sin embargo, para la mayoría de los niños requiere un proceso de maduración y aprendizaje.
A partir de los 6 meses que es el tiempo mínimo que la OMS recomienda que los niños duerman en la habitación de los padres podemos dar pasos para aumentar su independencia.  18 meses, es posible ayudarle a desarrollar la capacidad de mantener el sueño durante toda la noche, fomentando su autonomía y seguridad. A esta edad, los límites claros y una rutina consistente son claves para que el niño adquiera la confianza necesaria para volver a dormirse solo cuando se despierta.
En mi trayectoria profesional he ayudado a muchas familias a mejorar la calidad del sueño y disminuir los despertares nocturnos. Hay ocasiones en las que la mejor intervención es derivar al pediatra o una unidad del sueño si nos encontramos ante la sospecha de alergias alimentarias (especialmente a la proteína de la leche), cólicos o apnea del sueño.
Pero en la mayoría de los casos se trata de problemas emocionales relacionados con la ansiedad de separación y te puedo asegurar que hay muchas estrategias y herramientas concretas que puedes implementar para conseguir reducir los despertares nocturnos:
– Crear un entorno de sueño seguro y predecible
– Rutinas bien estructuradas
– Ejercicios prácticos para aumentar la sensación de conexión y seguridad durante la noche
– Límites y normas que aumenten la estructura y seguridad

El siguiente paso para reducir los despertares nocturnos

Para ayudar a los padres con esta tarea, he desarrollado el curso Online “Sueño independiente” dirigido a padres y madres de niños entre 18 meses y 8 años de edad, que incluye 6 ejercicios prácticos para dar seguridad al niño y enseñarle a dormir de manera más autónoma. El curso ofrece herramientas para guiar a tu hijo hacia un sueño más tranquilo, sin depender de la intervención constante de los padres.

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