Sí. Nosotros somos esos padres. Los padres de los niños que van por el parque descalzos. Y los que se quitan los zapatos en medio de la reunión de padres. Y los que van por el paseo de la playa descalzos con las chanclas en la bolsa de playa. Y por supuesto los que van desclazos en casa. Nuestros hijos se pasan media vida descalzos.
No. No somos unos padres irresponsables. Nuestros hijos llevan zapatos siempre que es necesario. Cuando hace frío, cuando puede haber cristales o cuando la etiqueta así lo requiere.
Todos los padres saben que los bebés y los niños menores de 3 años tienden a descalzarse en cuanto tienen ocasión. Y aún así los padres insistimos en que se calcen una y otra vez, sin preguntarnos si hay algún motivo para ello.
De alguna manera la publicidad nos ha hecho creer que los niños pequeños deben ir siempre calzados. Nos inculcan a calzarles incluso antes de que sepan caminar, cuando no tiene ningún sentido que lleven zapatos. Sin embargo, pocas veces se nos explica cuáles son los beneficios de que los niños vayan descalzos. Algunos padres pueden pensar que se trata de una moda, una pose o incluso que se trata de una negligencia en poner normas y límites a los niños. Sin embargo hay razones de peso para dejar a los niños andar descalzos.
1. ¿Te imaginas tener a tu hijo durante el primer año de vida con unos guantes de boxeo en sus manos? A ningún padre se le ocurriría por que saben que las manos son una fuente importantísima de exploración. Sin embargo, muchos padres no saben que hasta los 8 meses de vida el niño tiene más sensibilidad en los pies que en las manos. Esta mayor sensibilidad permite al bebé que mueve los pies con libertad, que acaricia los bordes de su cuna, la tripa de su mamá o que se chupa los pies sin zapatos o calcetines obtenga más imputs de su entorno inmediato como olores, sabores y texturas que ha tocado con sus piernas. Esto quiere decir que su cerebro está más y mejor estimulado y que posiblemente su desarrollo intelectual sea más rico.
2. A medida que se hacen mayores, alrededor del año de vida, los niños comienzan a caminar y el hecho de estar descalzos les permite tener una mejor propiocepción de sus pisadas lo que les ayuda desarrollar mejor los patrones neurológicos relacionados con estar de pie; desde adquirir fuerza en las piernas, un tono muscular adecuado o patrón de marcha.
3. Cuando ya son un poco mayores el hecho de caminar descalzos por distintos lugares, texturas y superficies les permite percibir mejor el terreno y les ayuda a mejorar el control de todo su cuerpo pero especialmente les ayuda a desarrollar su equilibrio.
4. Hay estudios que demuestran que un gesto tan sencillo como descalzarse puede aumentar los niveles de creatividad en los adultos. Este fenómeno tiene que ver con que la reducción de normas sociales favorece la aparición de pensamientos creativos. Posiblemente educar a niños con una cantidad de normas suficientes pero eliminando normas superfluas o innecesarias como poder estar en casa descalzos o ser capaces de descalzarse cuando llegan a un entorno más relajado contribuya a que lleguen a ser adultos más flexibles y relajados lo que a su vez contribuya a que sean más creativos.
5. Jugar descalzos puede ser más seguro que jugar con los zapatos. Es cierto que en una calle con cristales estar descalzo es más peligroso. Pero cuando juegan por el campo, cuando meten los pies en un río, caminan sobre la hierba o trepan a un árbol andar desclazos les dará más seguridad. No se trata de que el niño vaya siempre descalzo sino de saber cuando los zapatos son importantes y cuando son un estorbo para su desarrollo.
6. ¿Recuerdas como te sientes cuando llega el primer día de playa, te descalzas y sientes la arenta con tus pies? Esa sensación de liberación y conexión con el entorno tiene mucho que ver con lo que en los últimos años se denomina mindfulness pero también con el sentimiento de felicidad. Así es; tus hijos se sentirán muy felices cada ratito que pasen descalzos! (Y esta es una razón de peso, al menos para mi).
Yo se que los zapatos de bebé son una monada (o una cucada como se dice ahora). También se que andar descalzo va en contra de todo lo que nos dijeron de pequeños y que no es algo para todos los terrenos ni para todas las estaciones del año, pero ahora que sabes estas 6 razones para ir descalzos y que comienza el buen tiempo, no te lo pienses. Deja a tus hijos corretear descalzos…su cerebro te lo agradecerá!
Por Álvaro Bilbao – Autor de “El cerebro del niño explicado a los padres”