Crianza consciente ¿Qué es y cómo la aplicamos?

Crianza consciente es una expresión que estoy seguro has escuchado en más de una ocasión pero que realmente la mayoría de padres no saben muy bien ni lo que significa, de dónde viene, cuáles son sus valores, sus beneficios o como llevarla a cabo. En este post voy a intentar aclararte todas esas dudas para que comprendas mejor a lo que nos referimos cuando hablamos de crianza y educación conscientes.

¿Qué es la crianza y educación consciente?

Vivimos tiempos en los que la velocidad, el estrés y la sobreinformación pueden alejarnos de lo verdaderamente importante: la conexión con nuestros hijos. En este contexto, la crianza consciente se presenta como una forma de educar basada en la presencia, el respeto y la empatía.

Educar de forma consciente va más allá de acompañar los ritmos naturales del niño o pararnos a pensar en cómo queremos educar realmente. Educar de forma consciente es también darnos cuenta de la forma en la que nos educaron a nosotros, reflexionar de cómo nos hubiera gustado que nos educaran para comprender un poco mejor cómo necesitan nuestros hijos que les eduquemos. Es, por tanto, criar y educar a nuestros hijos en base a una conexión más profunda e íntima con su esencia y sus necesidades.

Como neuropsicólogo con más de 25 años de carrera profesional ayudando a familias no estoy de acuerdo con la idea de hacer de la crianza consciente una religión o una forma estricta y exclusiva de educar a nuestros hijos.

En mi experiencia, cualquier modelo o disciplina que se lleva al extremo suele provocar dificultades en la educación de los niños asociadas con la rigidez de los padres o el extremismo que no beneficia el desarrollo sano de los hijos porque el cerebro de los niños necesita ante todo una educación equilibrada. Yo veo la educación consciente como una herramienta más (muy útil en muchos casos) junto con la educación en positivo o la crianza con apego que nos ayuda a los padres a acercarnos a un modelo de educación positivo para el desarrollo de nuestros hijos.

Beneficios de la crianza consciente para padres e hijos

La crianza consciente no se trata de ser padres perfectos, sino de ser padres presentes. Se basa en prestar atención plena a nuestros hijos y a nuestras reacciones como madres y padres, desde la comprensión y no desde el automatismo.

Entre los beneficios más destacados de esta forma de educar, tanto para adultos como para niños, encontramos:

1. Mejora del vínculo afectivo

Cuando educamos desde la presencia, nuestros hijos se sienten más vistos, comprendidos y valorados. Esto fortalece la relación y fomenta un apego seguro.

2. Mayor regulación emocional

La crianza consciente nos invita a detenernos antes de reaccionar, lo que nos permite responder con más calma y enseñar a nuestros hijos a hacer lo mismo. Con el tiempo, ellos también aprenden a identificar y gestionar sus emociones.

3. Reducción del estrés familiar

La vida con hijos no es fácil, pero cuando la vivimos con atención plena, somos más capaces de detectar lo que realmente ocurre y actuar con más claridad, lo que reduce conflictos y tensiones innecesarias.

4. Desarrollo de empatía y autoestima

Criar con conciencia es mirar al niño con respeto, escucharlo y validarlo. Esto potencia su auto concepto, seguridad interior y capacidad de empatizar con los demás.

5. Poner límites de forma positiva

Cuando comprendemos cómo experimentan los gritos y cómo necesitan nuestro amor incondicional aumenta nuestra capacidad para poner límites de una forma firme, pero positiva y respetuosa para su desarrollo.

6. Reducir la sobreprotección

Uno de los aspectos a los que doy mucha importancia cuando enseño crianza consciente es la sobreprotección ya que es fácil confundir la amabilidad con la permisividad y es uno de los problemas más habituales que solemos ver los psicólogos. Criar con conciencia no es consentir al niño sino ser conscientes de cómo la permisividad y la sobreprotección pueden dañas el desarrollo de su confianza y su autoestima.

Si quieres seguir profundizando en este aspecto, puedes leer nuestro artículo Claves para la crianza consciente, donde abordamos las bases que sustentan este enfoque educativo.

Cómo aplicar la crianza consciente en tu día a día

Criar y educar a tus hijos de forma consciente es un camino que puede empezar con un sencillo paso y que puedes recorrer a tu ritmo en la extensión y profundidad que tú quieras.

Para mí, la mejor manera de dar ese primer paso y comenzar a desarrollar un estilo de educación y crianza conscientes es formarte y realizar ejercicios prácticos. Pero de una manera más sencilla puedes realizar pequeñas acciones cotidianas que te ayuden a intuir la esencia y beneficios de una crianza consciente.
Aquí te comparto algunas formas de empezar a aplicarla:

1. Haz pausas para observar

En lugar de reaccionar automáticamente ante una rabieta o un mal comportamiento, haz una pausa. Pregúntate: ¿Qué está necesitando mi hijo ahora? ¿Desde dónde estoy reaccionando yo?

2. Practica la escucha activa

Cuando tu hijo te hable, míralo a los ojos, deja el móvil a un lado y escúchalo con todos tus sentidos. Este pequeño gesto tiene un gran impacto emocional en tus hijos porque les hace saber que estás presente en sus ilusiones, juegos o malestar y eso les ayuda a saber que son importantes para ti y merecen ser escuchados.

3. Acepta tus errores sin culpa

La crianza consciente no se basa en hacerlo todo bien, sino en ser honestos con nosotros mismos. Si un día estás más cansado o desanimada, explícales que no te encuentras con fuerzas para el cuento o será más breve. Si un día pierdes la paciencia, pídeles perdón. Ser un padre consciente también es darse cuenta de nuestro estado de ánimo y ayudar a nuestros hijos a aceptar sus emociones en lugar de reprimirlas como hicieron muchas veces nuestros padres.

4. Crea rutinas con presencia

Los momentos del día más rutinarios (como el baño, la cena o la hora de dormir) pueden convertirse en momentos de conexión si los vivimos sin prisa ni distracción. Despertarlos con un poco más de tiempo por la mañana, acompañarlos a la escuela con una pizca más de tiempo para escuchar qué es lo que más les ilusiona del día o cenar todos juntos para escucharnos y sentirnos conectados son pequeñas acciones de gran valor para ellos.

5. Infórmate y reflexiona

Conocer mejor este enfoque te permitirá aplicarlo con más naturalidad. Por eso te recomiendo también el artículo Errores comunes en la crianza consciente, donde verás que equivocarse forma parte del proceso y aprender de ello es una oportunidad.

Para terminar..

La crianza consciente no es una secta, ni una forma extrema de entender la educación. Tampoco es abrazos, comprensión y permisividad infinita sin límites y normas. Los padres conscientes entienden mejor cuándo es momento de poner límites y normas y cómo ponerlos de una forma más calmada y positiva para nuestros hijos.

La educación consciente es un camino que se recorre junto con otras herramientas como la educación en positivo, poco a poco con paciencia, aceptación y amor.

No se trata de cambiar de un día para otro, sino de incorporar pequeñas prácticas que te ayuden a vivir la maternidad o paternidad de una forma más serena y auténtica.

En mi experiencia tomar conciencia de las necesidades de nuestros hijos, ser conscientes de nuestras emociones y de los mandatos familiares que muchas veces han condicionado de forma negativa nuestro propio desarrollo o bienestar es una manera genial de “despertar” a una educación más feliz y positiva para padres o hijos.

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