Técnicas de disciplina positiva para educar a tus hijos

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Las técnicas de disciplina positiva son una serie de estrategias y herramientas que se utilizan habitualmente desde las distintas corrientes de educación positiva y que ayudan a los padres, profesores y educadores en general a aplicar un estilo de educación que es a la vez firme y respetuoso con las necesidades emocionales del niño. Antes de adentrarnos en estas técnicas de disciplina positiva, creo que es importante que entiendas dos cosas importantes. 

¿Qué es la disciplina positiva? 

La disciplina positiva es una forma de educar a los hijos que se basa en el respeto mutuo, la comunicación efectiva y el establecimiento de límites claros. A diferencia de los métodos disciplinarios tradicionales, que se centran en el castigo y el control, la disciplina positiva busca fomentar el desarrollo de habilidades sociales, emocionales y cognitivas en los niños, promoviendo su autonomía y autoestima.

La disciplina positiva se basa en la creencia de que los niños aprenden mejor cuando se sienten seguros, amados y respetados. En lugar de imponer castigos o recompensas artificiales, se enfoca en enseñar a los niños habilidades para resolver problemas, tomar decisiones responsables y aprender de sus errores. Esto implica un enfoque más colaborativo entre padres e hijos, donde se fomenta la participación activa y se promueve el diálogo abierto. 

La disciplina positiva no es una caja de trucos 

Una de las primeras cosas que explico a los padres que se quieren formar conmigo con mis cursos online educar en positivo o conferencias es que la educación en positivo no es simplemente una serie de trucos o técnicas aisladas que se pueden aplicar en diferentes situaciones.

Por supuesto que hay técnicas y herramientas muy útiles que aplicadas en distintos momentos nos van a ayudar a saber cómo redirigir situaciones complicadas.

Pero la educación en positivo es mucho más; se trata de un enfoque integral y un cambio en la forma en que vemos y nos relacionamos con nuestros hijos. A menudo, cuando hablamos de disciplina positiva, enfatizamos la importancia de cambiar nuestra perspectiva hacia los niños. Es necesario dejar de lado las expectativas irrealistas y el enfoque autoritario, y en su lugar, adoptar una actitud de respeto y empatía.

Esto implica comprender que los niños están en proceso de desarrollo y aprendizaje, y que necesitan guía y apoyo en lugar de críticas y castigos. La disciplina positiva también nos invita a reflexionar sobre nuestras propias emociones y comportamientos como padres. Nos anima a ser conscientes de nuestras reacciones automáticas y a responder de manera más tranquila y comprensiva. Esto no significa que no debamos establecer límites o corregir comportamientos inapropiados, pero debemos hacerlo desde un lugar de calma y respeto

Técnicas de disciplina positiva 

A continuación, presentaremos una serie de técnicas basadas en los principios de la disciplina positiva. Estas técnicas están respaldadas por la investigación y han demostrado ser efectivas en la crianza de niños felices y equilibrados. Es importante recordar que cada niño es único y que algunas técnicas pueden funcionar mejor que otras en determinadas situaciones.

1. Rutinas 

Los niños se sienten seguros y confiados cuando saben qué esperar. Establecer rutinas diarias y estructurar el tiempo les ayuda a sentirse más seguros y les permite anticipar las actividades y eventos. 

2. Comunicación

Una base de la educación en positivo es la comprensión mutua. Crear un ambiente donde tus hijos se sientan cómodos compartiendo sus pensamientos y sentimientos es fundamental. Escucha activamente, valida sus emociones y responde de manera respetuosa.

3. Modelado

Posiblemente la herramienta más potente que tiene cualquier padre es su propio ejemplo. Nosotros somos el modelo que nuestros hijos imitan y por eso es importante recordar cada día que los niños nos observan y aprenden de nuestro ejemplo. Sé un modelo de comportamiento positivo, mostrando respeto, empatía y paciencia. Trata a los demás con amabilidad y resuelve los conflictos de manera constructiva.

4. Empatía

Después de el ejemplo, la empatía es posiblemente la herramienta más poderosa que tenemos los padres. Ponerte en el lugar de tus hijos y tratar de comprender sus perspectivas y emociones es esencial para la comunicación y la conexión emocional.  Esto les muestra que te preocupas por ellos y les ayuda a desarrollar comprensión hacia sus propios sentimientos y empatía hacia los demás.

5. Límites 

Esto es algo difícil para muchos padres, aunque se puede aprender. Los niños necesitan límites para desarrollar un sentido de seguridad y comprender qué comportamientos son aceptables. Establecer límites claros y consistentes les proporciona estructura y los ayuda a entender las consecuencias de sus acciones. Es importante comunicar los límites de manera firme pero amorosa, explicando las razones detrás de ellos.

6. Habilidades de resolución de conflictos

Ayuda a tus hijos a aprender cómo resolver conflictos de manera constructiva. Anímalos a expresar sus necesidades y a buscar soluciones mutuamente satisfactorias. Brinda orientación y apoyo, pero permíteles tomar decisiones y aprender de sus propios errores.

7. Refuerzo de comportamientos positivos

Evita los premios y las recompensas porque pueden generar dependencia del niño, pero mostrar interés genuino por sus actividades e intereses, y prestar atención en los momentos en los que están progresando o evitando caer en comportamientos poco apropiados es una gran ayuda. Esto refuerza el aprendizaje de las normas sociales.

8. Tiempo de calidad

Dedica tiempo de calidad con tus hijos todos los días. Ya sea jugando, leyendo juntos o simplemente conversando, el tiempo de calidad fortalece los vínculos familiares y brinda oportunidades para el aprendizaje y la comunicación afectiva.

9. Autorregulación

Todos queremos que nuestros hijos tengan una buena regulación emocional. Es algo saludable y positivo para su desarrollo. Sin embargo no va a aparecer si tu gritas cada vez que ellos se pelean o derraman la leche. Tampoco va a aparecer por arte de magia. Por eso es importante que puedas demostrarles y enseñarles a regular su frustración o rabia de forma adecuada.

10. Consecuencias naturales

Cuando sea posible, permite que tus hijos experimenten las consecuencias naturales de sus acciones. Por ejemplo, si no quiere llevar botas de agua en un día de lluvia y es un paseo corto, puede que le ayude más sentir los pies mojados durante ese pequeño paseo que el hecho de que le obligues a ponerse su calzado de lluvia.

11. Consecuencias lógicas

En lugar de imponer castigos arbitrarios, utiliza consecuencias lógicas para enseñar lecciones y fomentar la responsabilidad. Por ejemplo, si un niño rompe un juguete, puede ser responsable de repararlo o reemplazarlo. Esto ayuda a que los niños comprendan las repercusiones de sus acciones y asuman la responsabilidad de sus errores.

12. Autonomía

Da a tus hijos oportunidades para tomar decisiones y asumir responsabilidades apropiadas para su edad. Esto les ayuda a desarrollar un sentido de autonomía y confianza en sí mismos.

13. Expectativas realistas

Reconoce las capacidades y limitaciones de tus hijos y establece expectativas realistas acorde a su edad y desarrollo. Esto evita la frustración y promueve la confianza en sí mismos.

14. Lenguaje positivo

Comunícate de manera positiva con tus hijos, utilizando un lenguaje amable y alentador. Evita el uso de críticas o etiquetas negativas y en su lugar, enfócate en destacar sus fortalezas y logros.

15. Resolución colaborativa de problemas

Fomenta la colaboración y la participación activa de tus hijos en la toma de decisiones familiares. En lugar de buscar obediencia ciega, busca su cooperación y respeto mutuo. Si hay un problema con la televisión, en lugar de poner una norma de forma unilateral, es posible que el resultado sea mejor si planteamos el problema a los niños con una pregunta, como por ejemplo: “¿Cómo piensas que podemos solucionar entre todos este problema?”

Hay muchas veces que resultará difícil o saldrá nuestra vena autoritaria, pero cuando implicamos a los niños y niñas en los problemas cotidianos su capacidad para comprender e implicarse en la resolución del problema suele ser mejor. 

Como puedes ver la educación en positivo ofrece muchas técnicas y herramientas que te ayudarán a enseñar normas a tus hijos poniendo el foco en el respeto y su desarrollo emocional. Si quieres aprender cómo se utilizan o cómo resolver situaciones concretas como faltas de respeto puedes aprender conmigo en mi curso online “Educar en positivo”.  

Por Álvaro Bilbao. Autor de El cerebro del niño explicado a los padres.

2 comentarios de “Técnicas de disciplina positiva para educar a tus hijos

  1. Raquel ESPÍ SEMPERE dice:

    Tengo dos niños. Una niña de 6 años y un niño de 4. No sé cómo hacer para que escuchen a la hora de comer, lavarse los dientes y cosas del día a día… No griten parará pedir las cosas y sobre todo,no se peguen…

  2. Yudit Orta dice:

    Me encantaría asistir a la conferencia para aprender a profundidad sobre disciplina positiva, crianza respetuosa, etc.

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