Posiblemente no. Todos nosotros (padres e hijos) hemos compartido patio de colegio y banco en el parque con este pajarito (el segundo más común en nuestras ciudades), pero la diferencia entre tus hijos y tú es que tu lo conoces y ellos no. Seguro que lo han visto si se han criado en cualquier lugar de la geografía Española. Posiblemente no se hayan fijado en él. Es más posible que no les haya interesado tanto como los juegos o dibujos que llevas en la tablet o el móvil.
Ignacio C. Fernández Calvo es desde hace diez años técnico de SEO/BirdLife (Sociedad Española de Orinitología) en la Delegación de Cantabria y ha realizado un interesante estudio que replica un estudio realizado por científicos de la Universidad de Oxford. En su estudio Ignacio preguntó a 51 niños de entre 8 y 9 años de edad del CEIP de Astillero (Cantabria) si sabían el nombre de distintos animales comunes en su entorno y si conocían el nombre de personajes de dibujos animados. Mientras que el 100% reconoció a Bob Esponja..sólo el 6% supo identificar al gorrión. Los resultados completos los podéis ver en esta tabla..pero dan mucho que pensar. Puedes leer el artículo original aquí. Merece mucho la pena leerlo y conocer más acerca de la Sociedad Española de Ornitología que busca proteger y dar a conocer el mundo de las Aves.
Tal y como lo explica el propio Ignacio: “Unicamente 3 de los 51 niños encuestados fueron capaces de ponerle nombre al gorrión, únicamente 3 de los niños sabían que un gorrión es un gorrión”. Esto es preocupante, porque para cualquier adulto un gorrión es un ser vivo perfectamente reconocible y los niños no lo conocen. Según algunos neurocientíficos no conocemos aquello a lo que no podemos poner nombre por lo que aunque estos niños hayan visto un gorrión y les suene familiar realmente no lo conocen, ni pueden hablar de él, ni tenerlo en cuenta en sus juegos, proyectos o conciencia medioambiental.
A veces escuchamos que el mundo tecnológico enriquece el desarrollo cerebral del niño y somos muchos los que pensamos y defendemos que este punto de vista está muy equivocado. Los niños necesitan ver en tres dimensiones, oler, chupar y tocar…simplemente porque el niño necesita conocer para entender. El niño no puede entender bien qué es el número tres si no se mete tres piedras en el bolsillo; no puede entender bien qué es un árbol si antes no lo ha tocado, y como es lógico no conoce los animales de su entorno ni tiene la paciencia de observarlos si se ha pasado los primeros años de vida con los ojos metidos en el teléfono móvil de su papá o mamá…que le ofrece todo tipo de personajes coloridos, rápidos y ruidosos, pero que no tienen ni una pizca de realidad.
Puede que el gorrión tenga colores poco vivos, sea poco ruidoso, tenga un caracter discreto y quiera pasar inadvertido, pero es mucho más real que Bob Esponja..y los niños cuando sean mayores tendrán que enfrentarse a personas, situaciones y frustraciones reales..no virtuales.
Por Álvaro Bilbao – Autor de El cerebro del niño explicado a los padres
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