No hay mayor tesoro para los adultos que un niño. Y eso lo saben los profesores, psicólogos, médicos, logopedas, terapeutas ocupacionales enfermeras, o maestros de educación especial a los que confiamos la educación, el desarrollo, la salud o la propia vida de nuestros niños. Todos ellos desarrollan su trabajo con sus conocimientos y esfuerzo, pero también con su amor. Desde aquí quiero agradecer a todos ellos su trabajo, compromiso y entrega.
En honor a todos ellos, os dejo el precioso testimonio del Dr. Michael P. La Quaglia, Jefe del Servicio de Cirujía Pediátrica del Memorial Sloan-Kettering Cancer Center publicado en el Facebook de Humans of New York. ¿Se puede ser mejor profesional? ¿Mejor persona?
“La cosa más maravillosa del mundo para mí, es poder decir a unos padres que el tumor de su hijo es benigno. Vivo para esos momentos. Y lo peor que me puede pasar es decir a un padre que he perdido a su hijo. Solo me ha pasado cinco veces en 30 años y he querido morirme cada una de esas veces. Esos padres me confiaron a su hijo. Es una confianza sagrada y la última responsabilidad siempre es mía. Pierdo el sueño durante días y repaso todas las decisiones que tomé. Cada vez que he perdido a un niño les digo a los padres: `Preferiría haber muerto yo en su lugar`. Y lo digo porque realmente lo siento así. Pero voy a la iglesia cada día y pienso que voy a ver a esos niños en un sitio mejor. Les diré: ´Lo siento´. Sólo puedo esperar que me respondan: ´Olvídalo; no te preocupes. Ven con nosotros´”.
Estoy seguro de que así será.
Por. Alvaro Bilbao
Tengo un hijo de 2 años que cuando se enfada me pega patadas. Yo le paro y con firmeza le digo que no quiero que me pegue. Pero ai me aparto se acerca y me pega y por mucho q insista no consigo arrefglarlo. No se que hacer. Gracias