Anonadado estoy con esta noticia….
Los españoles pasamos de media 11 horas al día mirando pantallas de acuerdo con una encuesta realizada por la empresa demoscópica Sondea para Multiópticas. De 365 días que tiene el año (con sus noches incluidas) pasamos 167 días mirando el móvil. Haciendo un cálculo rápido para un niño de 6 años al que se le empiece a introducir una tablet en el primer año de primaria…pasará 45 de sus 100 años de esperanza de vida mirando a la tele, a un ordenador, una tablet o su smartphone. Los otros 55 años los tendrá que repartir entre dormir, saltar, correr, tomar cañas en un bar, tomar el sol en la playa, nadar, hacer la compra, cocinar, jugar con sus hijos, estornudar, hablar cara a cara, leer o hacer el amor.
No es sólo que pasemos tanto tiempo al día mirando pantallas…es que han pasado a ser lo primero y lo último que hacemos en el día. El 65% de los encuestados miran su teléfono móvil nada más levantarse. En la encuesta no lo preguntan, pero seguro que la mayoría miran el móvil antes de dar un beso a su pareja…. En lo que la hora de acostarse se refiere…para el 63% lo último que verá antes de cerrar los ojos será la pantalla de su teléfono.
Se cuelan en cada rincón de nuestra vida, desde el trabajo hasta momentos más íntimos. El 70% trabajamos con pantallas o miramos el teléfono mientras trabajamos. 2 de cada 3 lo miran mientras están en el baño. El 46% mira el móvil mientras come o cena con amigos y el 12% reconoce mirarlo ocasionalmente mientras conduce. Enfatizo que estos son los que lo reconocen…
Todo comenzó con unos mitos muy bien construidos pero totalmente erróneos….
1. Que el smartphone nos va a hacer la vida más fácil. Un mito basado en que algunos aspectos de la vida son más sencillos, mientras que otros, como conciliar el sueño, desconectar de los grupos sociales, no estar pendiente del correo electrónico en tu casa o tener la mente despejada se vuelven mucho más complejos.
Te propongo un sencillo experimento. Fíjate en las personas con las que te cruces en la calle durante el día de hoy.
2. Que el smartphone nos va a hacer más felices. Te propongo un sencillo experimento. Fíjate en las personas con las que te cruces en la calle durante el día de hoy. Algunos caminarán mirando el móvil y otros no. Símplemente piensa con sinceridad si crees que son más felices ahora que tienen un smartphone en la mano (o en el bolsillo) de lo que eran hace 10 años cuando todavía no había Smartphones. ¿De verdad crees que las personas con las que te cruzas en la calle son más felices hoy de lo que eran hace 10 años? Los estudios científicos dicen más bien lo contrario… indican que las personas que pasan más tiempo mirando su smartphone suelen experimentar ansiedad.
Y ya llegamos al último mito….
3. Que las apps, los smartphones, las tablets van a hacer a nuestros hijos más inteligentes. Este es el mito más peligroso de todos porque niños y adultos jugamos en dos ligas distintas. Los adultos tienen un cerebro que interacciona con su entorno constantemente pero que ya está desarrollado. En el caso de los niños su cerebro también interacciona con su entorno pero en su caso gran parte de esa interacción está destinada a configurar su desarrollo. A desarrollar habilidades como la atención, concentración, o gestión de emociones como el aburrimiento, la espera y la frustración. Como acabamos de ver… pasar 11 horas al día mirando el móvil no es lo más positivo para el estado emocional de los adultos.. En el caso de los niños el tiempo frente a las pantallas puede interferir en el desarrollo de estas funciones.
Pueden parecer argumentos alarmistas…apocalípticos incluso. Hasta a mi me lo parecen. Sin embargo, describen la realidad de cómo las tecnologías interaccionan con el cerebro en desarrollo de los niños pequeños y estas descripciones no son conjeturas, sino que se dejan ver en los niños que pasan más tiempo delante de las pantallas. Hay una relación clara entre una mayor exposición de pantallas y mayor riesgo de experimentar fracaso escolar, problemas de comportamiento, dificultades de autocontrol, depresión infantil y Trastorno de Déficit de Atención. También dificultades oftalmológicas (de ahí el estudio), cervicales y sedentarismo y sobrepeso.
Esos son algunos de los motivos que hacen que distintas sociedades médicas y la propia Organización Mundial de la Salud recomienden que los niños de menos de dos años no tengan contacto con las pantallas y se extreme el control en los menores de 5. Yo siempre he recomendado limitar el uso de pantallas al menos hasta los 6 años de edad. Ahora tenemos una razón más…según parece…tus hijos tendrán tiempo suficiente a lo largo de su vida (unos 45 años) para mirar a una pantalla. Déjales disfrutar su infancia sin pantallas.
Tus hijos tendrán tiempo suficiente a lo largo de su vida para mirar a una pantalla. Déjales disfrutar su infancia sin pantallas.
Esto nos lleva a otro tema muy polémico pero importante. La implantación de las pantallas en las escuelas; en el ámbito educativo. Se ha demostrado que en entornos rurales o muy desfavorecidos las pantallas pueden tener ventajas e igualar las oportunidades de los niños que tienen esa ventana de asomarse al exterior. Pero ¿Qué ocurre para el resto de los niños…los que crecen en un entorno normalizado, sin carencias de recursos o contacto con la realidad?… No hay estudios que indiquen que los niños aprendan más o mejor con una tablet que con un libro. Más bien los estudios indican que es al contrario. Sin embargo, sabemos que las grandes empresas de tecnología intentan instaurar el uso de dispositivos electrónicos en las escuelas. Tablets, iPads, Aplicaciones y Material didáctivo con coste cero de impresión y distribución. Un gran ahorro de papel y un gran volumen de negocio, aunque parece que ninguna ventaja educativa.
Poco a poco se cuelan en escuelas de toda España (y de todo el mundo). Mientras tanto…en California…en Syllicon Valley los altos directivos de estas mismas empresas (Google, Yahoo, Apple, Microsoft) eligen para sus hijos colegios en los que no se enseña con pizarras digitales o tablets…sino con tiza, libros tradicionales, lápiz y papel. Prefieren que sus hijos crezcan libres de nuevas tecnologías. Ellos que saben como estos programas y despositivos se diseñan e interaccionan con el cerebro humanos sabrán por qué no quieren que sus hijos los utilicen en sus años de desarrollo cerebral.
Y mientras te cuento esto…aquí estoy tecleando sin parar delante de una pantalla. No se que pensarás tu…pero yo tengo la sensación de que todo esto de las pantallas es un sinsentido y hasta cierto punto un gran engaño. En su día nos dijeron que nos iban a hacer la vida más fácil, que habían llegado a nuestra vida para quedarse….pero desde luego nunca imaginamos (yo desde luego no) que se iban a quedar con nosotros 11 horas de mi día, 167 días de mi año o 45 años de mi vida.
Por Álvaro Bilbao – Autor de “El cerebro del niño explicado a los padres”
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Tengo una duda al respecto y como sé que tienes 3 hijos igual me puedes aconsejar. Tengo 2 hijos, el mayor tiene 3 años, la peque 6 meses. El mayor ve los dibujos, poquitos (entre semana 10 minutos al día, los findes si estamos en casa unos 40 minutos). Obviamente la peque también los ve, porque los vemos juntos en el salón. ¿Cómo gestionar el tiempo de pantalla de la peque? ¿Cómo hacer que eso no interfiera con su crecimiento o la realización de otras actividades? No quiero dejar al niño solo viendo la tele y los dibujos le gustan mucho, los limitamos a eso.
Hola buenos dias! Tu pregunta pone de manifiesto una realidad…que una cosa es la teoría y otra la práctica. Yo dejaría que los dos vieran los dibujos juntos; al fin y al cabo es una cosa bonita que comparten los hermanos. 10 minutos es muy poco tiempo. Los fines de semana si son 40 minutos y los ve acompañada de vosotros no pasa nada… Símplemente controlad el tiempo, estimularles para que tengan otras opciones, etc…