Esto es lo que los niños dirían si razonaran como nosotros

Pensaran

Los adultos y los niños tenemos formas distintas de pensar. El pensamiento del adulto está guiado por la razón y la lógica. Se deja influir por las experiencias pasadas y está constantemente intentando predecir el futuro. La forma de pensar más normal en los adultos es la verbal; tendemos a pensar con palabras y repetir una y otra vez frases parecidas en nuestra cabeza para intentar encontrar lógica en lo que ocurre a nuestro alrededor y en nuestro interior, como por ejemplo cuando estamos con alguien que nos da malas sensaciones. Los niños, sin embargo tienen una forma de pensar mucho más intuitiva. Viven el momento presente y no se preocupan por el futuro ni están tan anclados en el pasado. No se comen tanto la cabeza como nosotros porque su forma de pensar favorita está guiada por sus emociones y sensaciones corporales lo que les permite ser más perceptivos y espontáneos.

Ahora ya sabes algunas diferencias entre el pensamiento adulto y el pensamiento infantil, pero ¿Te has preguntado alguna vez que dirían tus hijos si razonaran como nosotros? Es curioso porque nos pasamos el día pensando y esperando que los niños se comporten como adultos, pero la realidad es que si realmente pensaran y razonaran como nosotros lo más probable es que no nos gustara nada las cosas que tendrían que decir.

Aquí te dejo algunas frases que, creo, podrían decir muchos niños y niñas si de la noche a la mañana se despertaran con la misma capacidad de raznamiento y la misma perspectiva que nosotros adoptamos cuando pensamos en ellos.

Estas son las cosas que pensarían tus hijos si razonaran como un adulto

“Mi papá tiene problemas de comportamiento;

se enfada y grita mucho cuando no hacemos lo que él quiere. ¡No tiene control de impulsos!”

“Mi mamá no sabe compartir,

He intentado poner una caja de galletas de chocolate en su bolsa de la compra y me ha dicho: “ni se te ocurra”.

“Mi papá sólo quiere jugar con el ordenador del trabajo;

Si sigue así le va a doler el cuello y le va a dar un infarto. Tiene que dejar de trabajar tanto.

 

“Mi mamá tiene un trastorno de déficit de atención;

le tengo que pedir una y otra vez que me lea mi cuento favorito. Es que ni se entera.”

 

“Están los dos muy enganchados con el teléfono;

muchas veces les hablas y no son capaces de mirarte a los ojos. Me da pena que se estén perdiendo lo mejor de la vida…”

 

“Y lo peor es que tienen doble personalidad;

se pasan todo el día pidiéndome que no me vaya lejos, que esté siempre a la vista y cuando llega la noche y mi cuarto está oscurísimo lo que quieren es que me duerma solito…”

Resulta curioso darnos cuenta de cómo cambiarían las cosas si ellos nos mirasen desde la misma perspectiva que les miramos nosotros, ¿Verdad?

Es una suerte que no piensen así

La verdad es que es una suerte que no piensen así porque en más de un caso se preocuparían demasiado por nosotros y no podrían hacer su trabajo principal durante la infancia que es jugar, aprender y disfrutar. A mi, la verdad, me alegra que no razonen como nosotros que no estén todo el rato pensando en todo lo que puede ir mal y se pasen el día pensando como nos pueden mejorar. Quizás sea solo que no tienen esa forma de pensar…aunque también a mi me gusta pensar que también hay una parte que tiene que ver con que ellos a nosotros son capaces de querernos de una forma incondicional.

Por Álvaro Bilbao – Neuropsicólogo

 

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