Muchos adultos recuerdan con angustia las dificultades que tuvieron con las matemáticas cuando eran niños. Yo fui uno de esos niños. Todavía recuerdo la sensación de vacío al no entender lo que debía hacer o no saber cual era el siguiente paso a seguir. Y fue así hasta que con 14 años conocí una profesora que decidió volver a enseñarnos desde el principio. Nos ayudó a olvidar todo lo que no entendíamos y nos ayudó a entender los números y las matemáticas desde la base. Desde entonces nunca he vuelto a tener problemas con las matemáticas y de hecho las he disfrutado durante el bachillerato y la carrera. Para evitar que mis hijos pasen por los mismos malos tragos por los que yo pasé decidí enseñarles cuando han ido cumpliendo 4 años algunos conceptos sobre los números que, creo, les pueden ayudar toda la vida. Estas son a grandes rasgos las estrategias que yo he seguido.
1. Los números se pueden tocar
Olvídate de hablar de números escritos o hablados. Los niños no son capaces de entender lo que es un 3 o un 5 a menos que lo puedan ver y tocar. Enséñales a contar objetos, naranjas o lo que quieras, pero siempre con objetos que puedan manipular.
2.Enséñale a contar bien
La base del cálculo son los números. Si el niño entiende los números será capaz de dominar el cálculo, si no los entiende bien, siempre le costará entender las matemáticas. Puedes enseñarle a contar con este sencillo sistema visual. En este sistema el niño identifica los números con una imagen o esquema que puede reconocer visualmente. Lo puedes hacer con trozos de pan, garbanzos o lentejas. Yo personalmente prefiero con botones o fichas de colores porque aseguran que el niño fije su atención y además sus colores hacen que cada elemento permanezca tan visible como el conjunto. Antes de seguir a cosas más complicadas (que te contaré en un post más adelante) debe saberse estos esquemas de memoria. Este esquema le permite que luego vea y entienda las operaciones a la primera. Esta foto la hice con unos lacasitos este verano…no teníamos botones en casa de mis padres…pero si lacasitos. No es lo más recomendable por razones obvias…pero lo importante es que jueguen en distintos contextos, situaciones y con materiales que sean de distintos colores para diferenciar por un lado las “unidades” y por otro las cantidades y se den cuenta que varias unidades hacen un número concreto.
3. Cambia las palabras sumar y restar por juntar y quitar
Sumar y restar son palabras difíciles para un niño. No las han escuchado antes de empezar a estudiar matemáticas por lo que añaden una dificultad al proceso de calcular. Sustituir estas palabras por otras más sencillas y familiares como juntar o quitar, ayudará a que tus hijos se puedan centrar en lo realmente importante. Ya aprenderán más adelante a utilizar palabras difíciles.
4. Olvida la palabra “No”
Muchos niños comienzan a detestar las matemáticas cuando encuentran con un adulto que se pone nervioso cuando no aciertan las respuestas o responden de manera negativa ante sus esfuerzos por entender la lógica matemática. Cuando nos ponemos nerviosos o mostramos un rechazo repetido el cerebro activa sus centros de la ansiedad lo que provoca que razonar sea una tarea más compleja todavía. Crea un clima cálido, muéstrate relajado y refuerza los progresos y buenas ideas del niño. Si ante la pregunta “3 + 6” tu hijo responde “8”, felicítale porque hizo una buena aproximación. Puedes decirle algo así como “Muy bien, son casi 8, sí señor”. Después dale la respuesta correcta y poco a poco y con las estrategias que estoy compartiendo contigo irá mejorando.
5. Utiliza palabras y ejemplos con los que el niño pueda conectar
Seguro que te gustaría que tu hijo pudiera contar euros, calcular los minutos que tardará un tren que sale de Sevilla en cruzarse con uno que sale de Madrid o saber cuántos kilómetros ha recorrido un coche en dos horas si el coche circula a 80 km/h. Sin embargo, nada de esto será posible o le costará mucho trabajo si antes no es capaz de calcular cuántos escarabajos habrá en un cubo si había 7 y ponemos 3 más, cuántas chuches tendrá si tenía 5 y se come dos o cuantos años le faltan a un niño de 2 y medio para tener 3 años (a los niños realmente les emociona el tema de contar años). Puedes jugar, contar y calcular, velas de cumpleaños, cromos, coleteros, balones de fútbol, goles o dientes que se ha llevado el ratoncito Pérez.
6. Haz que contar y calcular sea útil para él/ella
El cerebro tiende a prestar atención a aquello que podemos utilizar o que nos ayuda en nuestra vida cotidiana. Para un niño pequeño los números pueden no ser nada importantes, aunque los padres podemos hacer que lo sean un poco más. Puedes decirle que puede poner en el puré tantos trozos de pan como cubiertos hay en la mesa. Puedes decirle que puede elegir 5 colores distintos para pintar, que va a elegir 3 frutas en la tienda o que podéis leer el cuento cuando haya guardado tantos juguetes como dos veces los años que tiene. El caso es que los números estén presentes en sus pequeños problemas de cada día.
7. Evita ratos de cansancio y elimina distracciones
Suelo sentarme con mis hijos a hacer juegos de contar, juntar y quitar. Les gusta mucho, pero intento que esto ocurra siempre en dos condiciones. La primera es que los niños tengan ganas de jugar y aprender (esto es fácil que ocurra porque siempre tienen ganas de jugar con su papá o con su mamá) y estén descansados (esto puede ser más complicado al final de la mañana o de la tarde). La segunda es que lo hacemos en un lugar de la casa tranquilo, lejos del televisor, con la radio apagada y sin que los otros hermanos estén merodeando. Es un ratito especial para el niño y su papá o mamá.
8. Utiliza palabras que le emocionen
Cumpleaños, juguetes, balones, son palabras que emocionan a los niños. Verbos como jugar, adivinar, divertirse, o esconder también. Busca palabras con las que el niño conecte emocionalmente porque la emoción es la base del aprendizaje. Si ayudas al niño a mantener una emoción positiva el aprendizaje de las matemáticas será mucho más estimulante para él o ella.
Como ves las pautas son muy sencillas, aunque conviene tener imaginación y un poco de práctica (tanto para los niños como para los mayores) para que automaticen algunos ejercicios y su cerebro interiorice bien el significado de los números, y cuenten, junten y quiten de manera automática. De esta manera el niño tendrá una buena base para comprender los números y así las matemáticas serán mucho más sencillas. Y como os digo…con un poco de práctica el resultado puede ser tan satisfactorio para el niño y los padres como esta nota del último examen del curso que nos hizo sentir muy orgullosos….(sobre todo porque los dos tuvimos problemas con las mates de pequeños)
Por Álvaro Bilbao – Autor de “El cerebro del niño explicado a los padres”
Como ves aprender unas pocas cosas acerca del cerebro de tus hijos puede ayudarte a educarlos y potenciar sus facultades cognitivas. Si quieres aprender más, inscríbete hoy en “El cerebro del niño” . El único que te explica como puedes ayudar a tus hijos pequeños a desarrollar plenamente su memoria, atención, concentración o razonamiento. ¡Más de 10.000 padres y madres inscritos!
Muy buen post. Gracias por compartirlo.