Hoy en día los niños tienen a su alcance un sin fin de juguetes. En la mayoría de los hogares los niños tienen muchos más juguetes de los que tuvimos sus padres y abuelos cuando fuimos niños. El juego es una necesidad básica del niño y eso hace que muchos padres entiendan que cuantos más juguetes más variedad en el juego tendrá el niño. Sin embargo, un reciente estudio por la psicóloga Alexia Metz de la Toledo University (Ohio, EEUU), que ha sido publicado en la revista científica Journal of infant behavior and development ha puesto de manifiesto que tener muchos juguetes puede no ser positivo sino todo lo contrario.
En el estudio se dividió un grupo de niños de entre año y medio y dos años y medio de edad en dos grupos. A los niños del primer grupo se les situó en un cuarto con pocos juguetes mientras que a los niños del segundo grupo se les situó en un cuarto con muchos juguetes. Los investigadores observaron cuánto y cómo jugaba cada niño con cada juguete y lo que encontraron es que los niños que tienen menos juguetes a su alcance disfrutaron de algunas ventajas desde el punto de vista psicológico.
La primera de ellas es obvia; los niños con menos juguetes pasan más tiempo jugando con cada uno de esos juguetes. La cuenta matemática es sencilla. Si un niño juega 21 horas a la semana y tiene 3 juguetes jugará 7 horas, de media, con cada uno, mientras que si tiene 21 juguetes jugará, de media, una hora con cada uno. Puede que este dato no parezca muy relevante, pero los investigadores han encontrado que no sólo los niños juegan más tiempo con cada juguete, sino que además juegan más tiempo seguido con cada uno. En otras palabras menos juguetes facilitan que el niño se concentre por más tiempo en un único juguete porque tiene menos estímulos a su alrededor que compiten por su atención y le distraen de su juego. Según los investigadores y otros estudios que conocemos los niños que son capaces de jugar más tiempo seguido con el mismo juguete tienen una mayor capacidad de atención sostenida, algo que les ayuda a concentrarse mejor a lo largo de toda su vida y que tiene importantes beneficios en el rendimiento académico.
Por otra parte, los investigadores encuentran otro beneficio muy importante. Los niños que tienen menos juguetes a su disposición y que por tanto jugaron más tiempo con cada uno de esos juguetes tenían interacciones más ricas y complejas con esos juguetes. Elaboraban un juego más complejo, implicaban más imaginación en el juego y eran más creativos en la creación de reglas e historias que, a su vez eran más elaboradas. En otras palabras, tener menos juguetes permite profundizar más en el juego e implicar de una manera más rica a su propio cerebro.
Así que si tienes hijos pequeños, por lo menos en la etapa entre el año y medio y los dos años y medio, ya sabes que tener menos juguetes puede ser un punto a favor de su desarrollo. Para ello hay estrategias sencillas que puedes seguir.
- Comprar pocos juguetes
- Poner límites a los padres, abuelos y tíos respecto a los juguetes que pueden regalar. Siempre les puedes recordar que los niños no valoran a los demás por los objetos materiales que les compran (a menos que les hayamos enseñado que es así).
- Guardar los juguetes que van dejando de usar o donarlos a otros niños para que no distraigan su atención
- Intentar dejar al niño dos o tres juguetes cada vez. Es decir, que no tenga todos los juguetes a la vista todo el rato, sino que podemos tenerlos en un armario donde el niño saca los que quiere y juega con ellos. A mi me gusta más que los niños tengan libertad para coger lo que les gusta y por eso prefiero tener los juguetes a su alcance…pero si nuestra casa parece una auténtica juguetería puede ser el momento de ordenar el espacio para no sobresaturar el campo visual del niño.
Yo te animo a que imprimas este post o se lo compartas a todos aquellos primos, tíos, abuelos o amigos que con toda su buena intención llenan de regalos a tus hijos en su cumpleaños, vacaciones o celebraciones navideñas para que vayan haciéndose a la idea de que el mejor regalo es que pasen tiempo con los niños y no les compren muchas cosas materiales.
Como siempre os comento hay muchas estrategias que pueden ayudarte a favorecer un desarrollo emocional e intelectual pleno de tus hijos, pero comprarles muchas cosas no es una de ellas; los niños pequeños no necesitan muchas cosas para ser felices o desarrollarse plenamente, sino más bien todo lo contrario.
Por Álvaro Bilbao – Autor de “El cerebro del niño explicado a los padres“
Como ves, entender algunas pocas cosas acerca del cerebro del niño y su desarrollo te puede ayudar a comprenderlo, a ahorrar energía en cosas que no son importantes y a invertir mejor tu tiempo en otras tareas que sí lo son. Tu puedes aprender hoy mismo estrategias prácticas que harán tu paternidad o maternidad más fácil con mi curso online. Únete a otros 6.500 papás y mamás satisfechos. Haz click ahora e inscríbete hoy con un 50% de descuento.
Super interesante el aporte!!!