Sois muchos los que me habéis escrito en las últimas semanas para preguntarme acerca de cómo podéis ayudar a vuestros hijos para que estén preparados para el cole. Aunque la inmensa mayoría de los niños acaban superando el proceso y disfrutando la escuela como auténticos enanos, no es menos cierto que para muchos niños los primeros días suelen ser angustiosos ya que de repente el niño se encuentra en un entorno desconocido, lejos de sus figuras de seguridad y sin contar la confianza con la que cuentan sus padres de que, a largo plazo todo va a ir bien. Como la situación de cada niño y cada familia es particular me he centrado en unas pautas generales que, aunque no se adaptarán a todos los casos, pueden ayudar a la mayoría.
1.Solicitar a la escuela, un plan de adaptación respetuosa. Sin lugar a dudas esta es la medida que más va a ayudar al niño a adaptarse. Existen varios modelos de adaptación respetuosa, aunque todos piden a los padres que permanezcan en el aula al menos el primer día mientras el niño explora el aula junto con otros niños pero con la figura de apego primario siempre a la vista. Otras medidas que suelen ayudar es que los periodos de adaptación sean inicialmente cortos (una hora durante la primera semana), que el aula esté organizada de tal manera que los niños puedan circular libremente o que los juguetes y objetos al alcance de los niños puedan ser manipulados sin necesidad de un adulto (ya que puede que el niño todavía no tenga confianza para pedir ayuda). Esta sin duda es la medida que puede ahorrar más angustia y sufrimiento a los niños.
Las medidas que puedes leer a continuación no son tan determinantes pero sin duda ayudan, sobre todo en los casos en los que la escuela todavía no ha estructurado un plan de adaptación respetuosa.
2.Entrena el camino al cole en los días previos. Sabemos que los niños experimentan ansiedad no sólo por la separación de los padres sino también por incorporar nuevas rutinas a su vida. Por ese motivo, todos los cambios que podamos ir adelantando ayudarán al niño a sentirse más seguro. Si durante la semana previa a comenzar el cole hacéis el paseo hasta el cole a diario (simplemente como un paseo) el niño se acostumbrará al recorrido y se sentirá más preparado.
3.Visita las instalaciones si es posible. Otro de los factores que crea ansiedad a los niños (y a los adultos también) es el hecho de encontrarse en espacios desconocidos. Ya que llegáis hasta la puerta de la escuela quizás os permitan entrar a visitar las instalaciones o por lo menos el patio.
4.Familiarízalo con el aula. Si os dejan entrar en el propio aula puedes observarla con tu hijo y crear una asociación positiva. Si no es así puedes probar a echar un vistazo a la página web. Muchas veces podrás encontrar fotos del aula, del profesor o incluso de niños vestidos con el mismo uniforme o baby que tu hijo llevará. Todo ello le ayudará al niño a hacerse una idea de lo que va a encontrar.
5.Lleva la iniciativa con el profesor. Cuando conozcas al profe de tu hijo (da igual que sea unas semanas antes de comenzar el cole o el día de antes), no te agaches para animar a tu hijo a saludarlo/a nada más conocerlo. El niño siempre se va a guiar por tu ejemplo y depositará su confianza en quién tu la deposites. Dirígete al profesor con confianza y preséntate con un apretón de manos o un beso y una sonrisa abierta y de confianza. Si hace falta intercambia un par de frases sobre las vacaciones antes de dar paso al tema del niño. Recuerda! Si el niño te ve con una actitud positiva y de confianza sentirá que su nuevo profe es una persona digna de confianza. Resulta lógico, ¿verdad?
6.Llévate un recuerdo del profesor. Igual que el cole no tiene por qué aceptar que los niños visiten el aula antes de comenzar el curso los profes no tienen por qué acceder a esta petición, pero si tenéis la suerte de conocer al nuevo profe de tus hijos quizás os deje que os hagáis una foto juntos y le hagáis dos o tres preguntas. Al niño le dará mucha confianza ver en el aula al chico o chica que sale en la foto con sus padres y del que le habéis contado que le gustan mucho los animales y los cuentos…Tampoco es mucho pedir, ¿verdad?
7.¿Conocéis a algún niño que vaya a ir a su misma clase? Prueba a compartir una o dos tardes de juegos con ese niño. Aunque hasta los 3 ó 4 años los niños no interaccionan mucho desde los dos comienzan a desarrollar familiaridad con otros niños.
8.Repasa lo que habéis visto y hecho en la escuela. Los niños pequeños tienen una pobre memoria a largo plazo por lo que las cosas que habéis hecho o visto durante el día pueden caer en saco roto. Para suplir esta escasa consolidación de recuerdo la mejor estrategia es repetir el paseo varios días seguidos, pero repasar lo visto y hecho en el camino de la escuela, también ayudará.
9.Trata todos estos temas de manera positiva. Después de separarse de sus padres, lo que más asusta a un niño es ver a sus padres asustados. Cuando hables de la escuela o del paseo, háblale en positivo. Si habéis podido conocer a su nuevo profe, destaca aspectos positivos como que era muy simpático, que se agachó a saludarlo y que le gustan los animales como a tu hijo o hija. Cualquier detalle positivo que recordéis juntos ayudará al niño a vivir la transición como algo positivo y sobre todo a evitar que el niño detecte temor en ti. Para esto último también conviene no dedicar mucho tiempo al día a estas cuestiones y limitarlo a las excursiones y un par de conversaciones puntuales y siempre manteniendo una actitud positiva y despreocupada.
Por Álvaro Bilbao – Autor de “El cerebro del niño explicado a los padres”
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