Los 8 lugares que debes visitar con tus hijos antes de que sean demasiado mayores

Tengo que reconocerlo. Me encantaría visitar con mis hijos Disneylandia algún día. Me imagino sus caras de ilusión y estoy convencido de que yo disfrutaría tanto como ellos entre todas esas atracciones y personajes de cuento.  Sin embargo, he de decir que no creo que sea un viaje imprescindible.  Hay otros lugares que creo más importantes que los niños visiten a lo largo de su infancia por distintos motivos.

1. El hospital donde nacieron. Puede que tus hijos hayan nacido en su casa, pero si han nacido en una clínica u hospital, como la mayoría, visitarlo será una experiencia que les encantará.  A los niños les fascina escuchar historias sobre el día en que nacieron y escucharlas en el escenario en que ocurrieron las hará más interesantes todavía.

2.El pueblo de donde viene tu familia. Seguro que hay algún pueblo por parte de madre o padre que pueda ser considerado el origen familiar. Puede que sea el pueblo donde tu pasaste los veranos de tu infancia o donde la pasaron sus abuelos. Entrar en contacto con la naturaleza, las raíces y su propia historia es un éxito garantizado.

3. El punto limpio. A veces no hay que salir de tu propio municipio para hacer una visita a un lugar que dejará huella en tus hijos. Cuando nosotros éramos pequeños toda la basura iba al mismo lugar, pero hoy en día puedes pedir a tus hijos que te acompañen al punto limpio y así aprenderán a reciclar lo que ya no necesitan y cuidar de su entorno.

4. Los colegios de su padre y de su madre. Esta es una visita que a los padres les hace mucha ilusión. A los niños puede no emocionarles en un principio, pero si les cuentas las mejores anécdotas de tus años en la escuela, seguro que les entusiasmará.

5. Una lonja de pescado. Es importante que los niños entiendan de donde viene la comida que toman cada día. La visita a la granja escuela que hacen todos los colegios, con sus cultivos y sus animales es un primer paso. La lonja de pescado suele impresionarlos sobre todo si llegáis cuando todavía están descargando el pescado.

6. El transporte público. Puede que el coche sea una segunda piel para ti. Pero la realidad de muchas personas alrededor de todo el mundo pasa por tomar el transporte público a diario. Mis hijos van a la escuela andando y no tenemos muchas oportunidades de tomar un autobús o un metro, pero cuando lo hacemos es toda una aventura para ellos y les ayuda a familiarizarse con una forma de viajar ecológica y que les permitirá dominar su entorno el día de mañana.

7. Vamos de Camping!! Muchos niños van de camping por primera vez cuando ya son mayorcitos y lo hacen acompañados de sus amigos. Pasar una noche en una tienda de campaña con 4 ó 5 años de edad, es una experiencia totalmente distinta; una auténtica aventura!! El sólo hecho de tener que ir al baño con una linterna o tener que meterse en un saco para dormir hará que sea una experiencia que recuerden toda la vida. Además enseñarles a vivir con poco y adaptarse a las “incomodidades” del campista ayudará a hacerlos más adaptables.

8. Novillos de guardería: Esta última no es un lugar concreto, pero es algo muy recomendable. Consiste en tomarse un día libre en el trabajo, no llevar a uno de tus hijos al cole e iros los dos solitos a hacer una aventura. Podéis ir juntos a visitar un museo, una exposición, subir un monte cercano o a hacer un picnic en un parque. Sólo hay una condición, que sea un plan para dos. Ni pareja ni hermanitos. Ellos tendrán otra oportunidad. De esa manera os aseguráis que ese día sea un día especial para los dos reviváis vuestros momentos más íntimos una vez que el niño ha comenzado la escuela infantil.

Por Álvaro Bilbao – Autor de “El cerebro del niño explicado a los padres”