La programación neurolingüistica estudia como las palabras que escogemos condicionan nuestra manera de pensar, interpretar el mundo y ser capaces de resolver problemas. Muchos padres experimentan dificultades en la relación con sus hijos que podrían evitarse en gran medida si cambiarán la forma en la que expresan sus propios pensamientos. Por eso os he preparado este post en el que podéis ver como sencillos cambios pueden ayudaros a tomar una perspectiva más positiva y eficaz ante los problemas.
En lugar de poner etiquetas...describe lo que pasó
El lenguaje es un poderoso condicionador de nuestro comportamiento. Un ejemplo clásico que solemos poner para que los padres entiendan es el de los atributos. Un atributo es una característica permanente de la persona. Por ejemplo las personas pueden ser altas, guapas o simpáticas. Lo que ocurre con los atributos es que nuestro cerebro los identifica como algo inmutable, que no se puede cambiar. Así, no podemos conseguir que una persona alta se transforme en una persona baja baja porque la persona “es” alta y el “ser” difícilmente se puede cambiar. Sin embargo a veces hablamos de un niño y decimos que “es” vago, lo que condiciona al cerebro de los padres, porque cuando uno es vago, difícilmente dejará de serlo. Sin embargo, si pensamos de una forma distinta quizás podamos ayudarle. Veamos este ejemplo:
En lugar de pensar…”Mi hijo es vago” puedes cambiar tu pensamiento por ” A mi hijo le cuesta empezar a hacer los deberes”. Este otro que pensamiento es menos negativo y permitirá a tu cerebro buscar soluciones efectivas como sentarte con él los cinco primeros minutos para que no le cueste tanto empezar.
Así todos los pensamientos negativos puede ser transformados por otros más constructivos. ¡Vamos con ello!
En lugar de pensar “Mi hijo es un pegón”, piensa que le cuesta controlarse cuando se enfada y así encontrarás estrategias sencillas para ayudarle a controlarse, como estar a su lado cuando veas que empieza a frustrarse.
En lugar de pensar “Es muy desobediente” piensa que le cuesta escuchar lo que le pides y así podrás poner más atención en cómo le pides las cosas para que pueda escuchar lo que tienes que decirle.
En lugar de pensar “Es muy nervioso” piensa algo tan sencillo como “Tiene mucha energía” y así quizás encuentres más momentos de esparcimiento para que descargue esa energía.
En lugar de pensar en términos absolutos…piensa en situaciones concretas que provocan las dificultades
En otros momentos pensamos en términos absolutos haciendo que las dificultades del niño se vean como demasiado grandes e inmutables para ayudarlo. Veamos ejemplos de estos fallos de pensamiento de los padres y cómo podemos transformarlos en frases positivas.
En lugar de pensar “Mi hijo llora por todo” puedes fijarte más en sus momentos de fragilidad y quizás cambies tu percepción y puedas pensar “Mi hijo llora con facilidad cuando está cansado” o “Mi hijo llora con facilidad cuando hay muchos niños y muchos estímulos en general”. De esta manera podrás ayudarlo a descansar o confiar en que dejará de llorar cuando sea un poco mayor y ya no se canse con tanta facilidad.
En lugar de pensar “Siempre está dando el rollo” puedes pensar “En muchos momentos quiere alguien con quién jugar” y así podrás hablar con él o ella de sus necesidades en lugar de su mal comportamiento.
En lugar de pensar “No hace nada de lo que le pido” puedes pensar “Cuando está muy entretenido no hace caso” y así podrás poner especial cuidado en redirigir su atención cuando está muy entretenido.
En lugar de atribuir al niño intencionalidad….comprende sus limitaciones e instintos naturales
También hay momentos en los que los padres ponemos en el niño las peores intenciones cuando en realidad, si algo caracteriza a los niños es su inocencia y su pureza. Así en algunos momentos los padres dicen cosas como que sus hijos les “Tienen cogida la medida” cuando en realidad símplemente el niño quiere jugar, está entretenido en su mundo o símplemente no ha llegado a entender cuando hablas en serio y cuando hablas en broma.
En lugar de pensar “Es muy rebelde” piensa que tiene mucha fuerza de voluntad y así podrás ayudarlo a ser un poco más flexible, avisándole con tiempo o explicándole que necesitas que cambie el chip cuando la situación lo requiera y valorar toda su persistencia en otros momentos.
En lugar de pensar “No le da la gana de hacernos caso”, puedes pensar que quizás vosotros no hayáis sido capaces de ayudarlo a entender que en ciertos momentos es importante que os haga caso y respete las normas de casa. De esa manera es posible que busquéis otras formas de educar que conecten mejor con el niño, le ayuden a entender la importancia del respeto y sean más eficaces.
En lugar de pensar “Me hace la vida imposible” puedes pensar que hace lo imposible porque le hagas más caso y así podrás adelantarte a su necesidad de cariño, darle un abrazo y enseñarle formas positivas de expresar sus sentimientos y necesidades.
Como ves, un ligero cambio de perspectiva puede ayudar a tu cerebro a pensar de una manera totalmente distinta. Pero lo más importante es que ese pequeño giro puede ayudarte a pensar de una forma positiva y te permitirá resolver dificultades o problemas. Por eso siempre digo a los padres….cambia tu forma de pensar y cambiarás tu forma de educar.
Por Álvaro Bilbao – Autor de “El cerebro del niño explicado a los padres”
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Buenos días Álvaro, me encanta todos tus consejos, realmente me ayudan mucho. Me gustaría poder obtener tu libro. Vivo en Arequipa-Perú, como podría conseguirlo? Gracias
Hola Carmen:
Gracias por tus palabras. Te doy algunas propuestas.
1. Pregunta a tu librero. Seguramente lo podrá pedir.
2. Creo que lo puedes conseguir en Amazon.
3. Si no es así, escribe a mí editorial. Plataforma editorial. Ellos te podrán decir cuál es la distribuidora en Perú.
GRACIAS Y UN ABRAZO!!
Un abrazo!
Totalmente de acuerdo con lo expresado en este articulo. Asi como nos comunicamos con los demas, se producen unos resultados u otros……las palabras, su significado, y lo que proyectamos influyen de forma determinante en los otros, hay que aprender a cuidar lo que decimos y como lo decimos……yo lo hago y funciona. Un saludo a todos.