Cuando un niño está contento su cuerpo brinca como un canguro. Cuando está triste sus ojos se llenarán de lágrimas de inmediato. Cuando se asusta te agarrará de la pierna como si su vida dependiera de ello y cuando está frustrado pataleará con toda su energía.
Los niños viven sus emociones con gran intensidad porque su cerebro emocional es desproporcionalmente grande en comparación con su cerebro racional. No pueden refrenar o disimular sus emociones. Los niños pequeños tampoco son capaces de expresar sus emociones con palabras…
Para ellos las emociones son sensaciones sobrecogedoras y extrañas y al igual que les ocurre a muchos adultos todavía no han aprendido los nombres de muchas emociones ni como funcionan. Por eso mismo, un niño nunca te dirá muchas cosas que necesita decirte….
Un niño nunca te va a decir…. “Mamá. He tenido un día horrible en el cole. Dame un abrazo”
En lugar de eso… Tirará de tu blusa para que le sostengas en brazos…
Dile: “Hoy tienes muchas ganas de mamá, ¿verdad?” y tómalo en brazos.
Un niño que ha pasado un mal día en el cole… no se sincerará contigo diciendo… “Papi. Hoy el profe se puso a explicar algo y yo no me enteré porque estaba jugando, pero luego me miró con mala cara y desde entonces me siento asustada…cógeme en brazos”
En lugar de eso… No querrá coger su mochila, no querrá tomar su merienda, no querrá salir del cole, no querrá hacer nada de lo que dices.
Símplemente muéstrate muy calmado espera a estar los dos solos en un lugar traquilo y dile “Parece que estás muy enfadada….creo que voy a tener que darte un achuchón…” Achúchalo con todo tu amor y estrújalo hasta que su miedo se haya ido por completo.
Un niño no se sentará en la mesa de cenar, te mirará a los ojos y te dirá… “Papá. Hoy un niño me quitó el camión en el arenero. Vamos a hablar del tema..”
En lugar de eso… Se mostrará enfadado y disgustado sin saber poner palabras a lo que le pasa….
Pregúntale: “¿Cómo te sientes?” o cuéntale alguna situación en la que tú también te sentiste enfadado porque alguien te quitó algo..
Tu hijito de 2 años jamás se acercará mientras prepara la cena y dirá… “Mamá. No se lo que me pasa, pero estoy de aquella manera…¿me puedo tumbar sobre ti?”
En lugar de eso… Llorará, te perseguirá, querrá subirse encima de ti o dirá que no puede caminar más.
Símplemente, tómalo en brazos, sentaros juntos en un escalón o súbelo sobre tus piernas y dile al oído lo que más te gusta de él o de ella.
Tu hija de 3 años que acaba de empezar la escuela no te dirá….“Mami. He jugado mucho, pero ahora que te veo sólo tengo ganas de ti. Agárrame y estrújame hasta que ya no pueda más”
En lugar de eso… Llorará cuando vea que la merienda que le traes no es su favorita…o incluso llorará aunque lo sea porque no es la que le apetecía….
Símplemente dile: “Creo que necesitas un buen abrazo”, abrázalo y pasad un buen rato los dos solitos, a ser posible cogidos de la mano o apoyando su cabeza sobre tu vientre.
En otros momentos parecerá triste, decaído o enfurruñado y simplemente….querrá jugar contigo.
Como ves los niños no saben manifestar sus sentimientos y por eso necesitan en muchos momentos que cambies tu perspectiva de adulto. Utiliza tu inteligencia emocional y empatía para ponerte en su lugar. No siempre se puede, no siempre tenemos la suficiente energía o calma como para entenderlos pero cuando lo logramos les ayudamos a entenderse a ellos mismos.
Muy bueno lo explicado, muchas gracias por compartir su valioso conocimiento.
Gracias por compartir lo que ha aprendido!!
Excelente. Lo que necesitaba leer hoy. Gracias
Muchísimas gracias ??
Excelente explicación para tener paciencia
Muchas gracias por compartir,ayuda mucho a entender como y porque se comportan de diferentes maneras nuestros niños
Excelente la explicación, ahora entiendo, gracias por ayudarnos.
Me pasa con mi hijo de 12 años , que está entrando a la adolescencia, lo veo triste pero tampoco me cuenta si está teniendo problemas en el Cole como que se calla y no confía en mí que soy su madre me puede ayudar a v
Asimismo es buenas sus opiniones
Muchas gracias por los consejos, estoy de acuerdo que al acer are al niño, con calma y paciencia, se logra mucho más que retandolo.
Excelente ayuda a los padres