Cada vez conocemos más acerca de cómo los estereotipos marcan el comportamiento de los niños.
Sabemos que existen diferencias sutiles a nivel neurológico que hacen que el cerebro de los niños y las niñas puedan tener distintas preferencias o capacidades. Estas diferencias son diferencias estadísticas, que aparecen sólo en estudios cuando evaluamos a miles de niñas y miles de niños. Sin embargo, cuando estudiamos a niños y niñas de manera individual estas diferencias desaparecen. Esto quiere decir que si juntamos a un niño y una niña cualquiera nadie podría decir cual de los dos será mejor en matemáticas, lengua, geografía, quién estará más interesado en el deporte, quién en las relaciones personales, cuál de los dos será más valiente y cuál de los dos será más ordenado o cuidadoso.
Es un hecho. No podemos predecir ni dictar los gustos de nuestros hijos y sin embargo lo hacemos. Lo hacemos cuando elegimos los regalos que creemos más apropiados para su género. Lo hacemos cuando les tomamos de la mano y les llevamos a una zona concreta de la tienda. Y lo hacemos cuando ponemos cara de desaprobación ante juguetes o estímulos que nos parecen poco apropiados.
Este es un bonito vídeo que nos recuerda que los gustos de niños y niñas no dependen de su género tanto como de sus propios gustos e intereses personales. Es de una campaña que se lanzó en 2016 y creo que atina en el mensaje y en la forma de contarlo. Espero que os guste.
Por Álvaro Bilbao – Autor de “El cerebro del niño explicado a los padres”