Impresionante foto de un padre recibiendo a un bebé arcoiris

arcoiris

¿Sabías que a los niños que nacen después de un embarazo que no llegó a término o de un bebé que nació sin vida se les conoce como bebés arcoiris? Yo no….lo acabo de aprender hace unos días y me ha encantado la expresión.

El otro día me llegó esta foto y me emocionó. Es una foto de Leilani Rogers (@https://www.instagram.com/photosbylei/?hl=es) una fotógrafa especializada en nacimientos. Esta preciosa foto demuestra la increíble emoción que experimentan los padres que después de haber perdido a un bebé en el embarazo, en el parto  o cuando el bebé es muy pequeñito pueden recibir en sus brazosm en su familia a otro bebé (fruto de un embarazo posterior). Igual que el arcoiris estos bebés llegan después de muchos nubarrones, lluvias y tormentas para traer el color y la alegría.

Perder un bebé es algo muy duro que los padres llevan en lo más profundo del corazón. La pérdida de un bebé incluso llega a marcar a sus hermanos (tanto los que nacieron antes como después) en mayor o menor medida. A veces pueden sentir el exceso de celo de los padres, otras veces sentir que deben cumplir con las expectativas y otras sentir ese vacío del hermano con el que no llegaron a jugar.

En algunos casos la pérdida de un bebé termina el ciclo de una familia, en cuyo caso la pérdida es muy dolorosa. En otros casos después de perder un bebé nace un hermanito que llena, en parte, el vacío que quedó. Seguro que conoces a alguien que ha pasado por esto y también la tremenda alegría que estos bebés traen a sus vidas. En la foto podemos ver el dolor por el bebé perdido, el alivio y la alegría de recibir a su bebé al mundo en un sólo gesto.

En mi familia, cerca de mi, hay muchos casos. Un sobrino…Tristán al que conocimos tan sólo unas poquitas horas, que era precioso y al que nunca olvidaremos. Otro, Ian…que tiene ya 12 años y que nació después de 8 abortos…algunos de ellos muy avanzados y unos gemelos que nacieron también después de 6 embarazos que no llegaron a término.

La verdad es que me emociono….por unos y por otros…

Por todos esos niños que no llegaron a estar en brazos de sus padres…y por todos los que cada año llegan a nuestras vidas y nos la llenan con todos los colores del arcoiris.

Por Álvaro Bilbao – Autor de “El cerebro del niño explicado a los padres”

 

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