Cómo afrontar la etapa de los 4 años

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La etapa de los cuatro años es un gran paso tanto para los niños como para los padres. Los cuatro años culminan por un lado una serie de cambios que permiten que los niños y niñas tengan más autocontrol y sean capaces de gestionar mejor sus emociones y, por otro lado, abre la puerta a toda una serie de cambios muy positivo en el ámbito de la sociabilidad, la comunicación y la autonomía.

Los cuatro años: un gran cambio

La edad suele suponer un gran cambio para la vida de las familias. Es una etapa en la que los niños comienzan a reducir las rabietas, enfados y se vuelven más autónomos tanto en lo referente a sus necesidades cotidianas (ya pueden ir al baño solos, pueden ponerse su ropa, comen con más autonomía) como desde el punto de vista psicológico (ya no necesitan estar todo el día pegados a su mamá o su papá).

Este aumento de autonomía cognitiva y emocional aporta a los padres un pequeño respiro después de haber superado la etapa que va de los dos a los cuatro años que es muy demandante para los padres tanto física como psicológicamente. Es la etapa en la que, por fin, podemos salir de casa sin pañales, sin carrito y sobre todo…sin tanta tensión o preocupaciones.

Desarrollo neurológico

Los cambios en el cerebro del niño durante esta etapa de los cuatro años se caracterizan principalmente por la maduración de circuitos básicos de control y autorregulación. Esto quiere decir que el niño o la niña es capaz de controlar mejor su cuerpo, su mente y sus emociones.

Maduración física y psicomotriz

  • Puede subir y bajar escaleras con seguridad
  • Corre con más coordinación
  • Puede jugar a juegos de pelota
  • Es capaz de saltar

Maduración cognitiva

  • Capacidad para coordinar cuerpo y mente en juegos de pelota, por ejemplo
  • Capacidad para tomar sus propias decisiones
  • Resuelve pequeños problemas sencillos
  • Es capaz de realizar puzzles adecuados a su edad
  • Puede identificar letras y números

Maduración emocional

  • Menor necesidad de estar pegado a sus padres todo el rato
  • Mucha autonomía en el domicilio
  • Autonomía creciente en exteriores aventurándose lejos de la mirada de sus padres por momentos breves.
  • Necesidad de tomar sus propias decisiones
  • Necesidad de tener preferencias para desarrollar su identidad
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Necesidades del niño de 4 años

Todos estos cambios neurológicos y avances en sus capacidades van a facilitar que el niño de cuatro años entre en una etapa marcada por tres necesidades básicas:

  1. Autonomía: Durante esta etapa los niños tienen una gran necesidad de hacer las cosas por sí mismos y demostrar que no dependen de los demás
  2. Dependencia: A pesar de toda esa autonomía emocional el niño sigue necesitando mucha ayuda y cuidado de sus padres ya que está muy lejos de ser realmente autónomo. En esta etapa sólo está experimentando con esa autonomía y por ese motivo su actitud puede resultar contradictoria ya que en un momento quiere que le dejemos solo y al siguiente nos busca para que le consolemos
  3. Desarrollo psicomotriz: En esta etapa el niño descubre el placer de dominar su cuerpo. Es una etapa en la que además los niños tienen mucha energía lo que se traduce en un gran placer por correr, saltar y jugar al aire libre para terminar de afinar sus sistemas motrices.
  4. Creatividad: Los niños de 4 años sienten un deseo irrefrenable de jugar con su imaginación. Es una etapa ideal para regalarles disfraces, plastilina, lápices de colores y cualquier otra cosa que le permite jugar con su imaginación. Es importante darles espacios de juego creativo ya que este es un precursor para la resolución creativa de problemas.
  5. Desarrollo de la identidad: Experimentan una gran necesidad de desarrollar su identidad. Lo hacen a través del juego, la toma de decisiones y las preferencias como veremos más adelante.

Rabietas a los cuatro años

Alrededor de los cuatro años culmina un proceso neurológico que comenzó alrededor de los dos años y que implica el desarrollo de distintos circuitos cerebrales que tienen como función gestionar emociones difíciles (como la rabia, el enfado o la frustración) y otorgar al niño más control sobre sus emociones y su capacidad para gestionar situaciones difíciles.

Sin embargo, a pesar de que para muchos niños los cuatro años supone el fin de las rabietas para muchos otros es sólo el principio de ese fin. Es totalmente normal y saludable que los niños de estas edades sigan experimentando rabietas de vez en cuando.

El hecho de que a los cuatro años los niños y niñas tengan más autocontrol no quiere decir que no experimenten frustración o que no puedan, todavía experimentar dificultades para gestionarla, aunque a estas edades los padres suelen notar que las rabietas son menos frecuentes e intensas de lo que eran hace tiempo. Es una señal de que sus hijos están conectando estos circuitos de forma adecuada, aunque puede tardar un poquito más de lo normal.

Niño mucho carácter

Problemas de comportamiento

Durante la etapa de los cuatro años pueden aparecer conflictos entre niños y padres que no se habían observado con anterioridad. Es común que los niños puedan comenzar a decir pequeñas mentiras lo que suele indicar que es capaz de ponerse en tu lugar y utilizar esa información para intentar librarse de una regañina o un enfado, no lo hacen con mala intención.

Otro motivo de conflicto suele tener que ver con que el niño o la niña comienza a realizar pequeñas escaramuzas por la casa a escondidas de sus padres como sacar los collares de mamá o montar una cabaña con las sillas del salón sin que nosotros le hayamos dado permiso.

Esto suele indicar su gran necesidad de experimentar y aprender por sí mismo o sí misma. Finalmente esta etapa puede traer conflictos porque el niño o la niña quiere tomar más decisiones por su cuenta y mostrar sus preferencias como veremos a continuación.

Los cuatro años: la etapa de las preferencias

Como ya hemos visto esta etapa es la etapa del desarrollo de la autonomía. Esta necesidad de autonomía se demuestra en muchos ámbitos que van desde querer hacer las cosas solos, ser capaces de desarrollar pequeñas responsabilidades o tener menos dependencia psicológica de sus padres hasta un fuerte deseo de tomar sus propias decisiones y desarrollar sus preferencias.

Esto suele tomar desprevenidos a muchos padres porque de la noche a la mañana se encuentran con que su hijo ya no quiere comer ciertos alimentos que antes comía sin dificultad.

No es que ya no le gusten, sino que en muchos casos ha desarrollado preferencia por otros distintos. También pueden verse sorprendidos porque ya no deja que sus padres elijan su ropa porque ellos tienen sus preferencias. Aunque sin duda lo que más puede descolocar a algunos padres es que durante esta etapa algunos niños que han desarrollado un apego muy marcado hacia la madre pueden comenzar a mostrar preferencia hacia el otro progenitor.

Como en los casos anteriores esto suele indicar únicamente el deseo del niño de decidir por si mismo con quién quiere realizar ciertas actividades más que un rechazo por su mamá. Es como si dijeran “No es que no quiera estar contigo, es sólo que necesito demostrar que puedo decidir por mi mismo”.

La etapa de los cuatro años es una etapa ideal para adentrarse en la educación en positivo

Una etapa muy bonita no exenta de complicaciones

Como puedes ver la etapa de los cuatro años, al igual que otras etapas del desarrollo del niño, es una etapa preciosa en la que la relación con vuestros hijos va a alcanzar un nivel superior de complicidad. Una complicidad que ya no está basada en la dependencia total del niño sino en un deseo mucho más autónomo de quererte y estar a tu lado. Esto no quiere decir que no haya dificultades.

Como en todas las etapas las dificultades y los conflictos van a aparecer porque el niño o la niña todavía es muy inmaduro. Por eso esta etapa es una etapa ideal para aplicar estrategias de educación y disciplina positiva. No sólo te ayudarán a saber gestionar los conflictos cotidianos sino que te permitirá seguir construyendo una relación sólida y duradera ahora que van siendo cada vez más autónomos.

2 comentarios de “Cómo afrontar la etapa de los 4 años

  1. Linda Arias dice:

    Precisamente mi niña está en los 4, pero noto que es muy autoritaria es decir ella quiere que las cosas se hagan con lo dice y cuando dice, además también impaciente. Tenemos algunas pataletas aún pero también he notado que grito mucho en ocasiones. Cómo puedo corregir esto

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