Este es un debate que ha estado abierto en el mundo científico durante muchos años.
Distintos estudios han demostrado un beneficio de la leche materna en el desarrollo cerebral y en el cociente intelectual del niño, mientras que otros no han encontrado ningún efecto en absoluto. Cuando esto ocurre en el ámbito científico suele ser debido a que hay alguna variable que no se está teniendo en cuenta.
Afortunadamente, en el año 2007, un grupo de investigadores de Reino Unido y Nueva Zelanda realizó un estudio que resolvió muchas de estas dudas. Estos investigadores midieron el CI (Cociente Intelectual) de 3.000 niños cuando alcanzaron los 5 y 7 años de edad. A su vez preguntaron a sus madres si les habían alimentado durante los 6 primeros meses con lactancia materna o con biberón. Como era de esperar, al igual que había ocurrido en otros estudios no encontraron diferencias significativas entre ambos grupos; es decir que los que tomaron bibierón eran tan inteligentes como los que tomaron leche materna. Sin embargo, los investigadores fueron un poquito más allá. Dividieron a los niños en otros dos grupos; en función de las dos variantes del gen FADS2 (un gen relacionado con la metabolización de grasas). Los resultados de este estudio fueron concluyentes; los niños que tienen una de las dos variantes del gen FADS2 y habían tomado leche materna tenían un cociente intelectual que era, de media 7 puntos más alto, que el de los niños con esa misma variante del gen que no habían sido alimentados con leche materna. Esto ocurre gracias a que este gen permite metabolizar mejor las grasas y esto tiene una relevancia importante para el cerebro y la inteligencia ya que el 60% del cerebro es materia grasa.
Todo lo encontrado en esta investigación fue muy importante por dos motivos. En primer lugar, por que explica porqué algunos estudios encuentran diferencias y otros no (ya que no habían tenido en cuenta esta variable). En segundo lugar por que una diferencia de 7 puntos en el CI es realmente importante. La puntuación media en el CI es de 100 puntos y 7 puntos extra suponen una diferencia muy significativa como se puede ver en la gráfica.
Pero ¿que beneficios tiene tener un CI mayor? Muchos científicos defienden que el Cociente Intelectual no es tan importante como pensábamos y están en lo cierto. Antiguamente se pensaba que el CI era todo lo que iba a determinar la inteligencia de una persona y hoy en día sabemos que tenemos mútliples inteligencias y que a veces las personas que tienen una mayor inteligencia emocional progresan más en la vida que aquellas que tienen un mayor CI. Sin embargo, el cociente intelectual o inteligencia formal sigue siendo una de las mejores medidas de la capacidad que tiene un niño o adulto para conocer su entorno, resolver problemas o dominar el lenguaje y supone. En este sentido los 7 puntos extra en el CI que ofrece la leche materna a los niños que tienen esta variante del gen suponen, sin lugar a dudas, una gran ventaja a la hora de enfrentarse a los estudios, a la resolución de problemas complejos y muchas otras situaciones de la vida.
Entre los niños que tenían la otra variante del gen las diferencias en cociente intelectual entre los que habían tomado leche materna y no, no eran significativas. Es decir, que para los niños que tienen esta otra variante la leche materna no parece ser tan determinante para el desarrollo de su cociente intelectual como para los niños que tienen la primera variante del gen. Muchas madres os estaréis preguntando si se pueden hacer test para saber qué tipo de gen tiene vuestro hijo. Sí, se pueden hacer, pero son caros y no tiene mucho sentido…¿Por qué? Pues porque aunque tu hijo no tenga ese gen en particular, la leche materna sigue siendo treméndamente beneficiosa para su desarrollo y su salud. Los bebés que toman leche materna desarrollan un sistema inmunológico más resistente lo que les protege de muchas enfermedades y de desarrollar alergias. La lactancia materna reduce también el riesgo de muerte súbita del lactante, obesidad en la vida adulta, de depresión post-parto y diversos estudios indican que favorece un mayor desarrollo de la confianza en el bebé.
Los primeros 6 años de la vida de tu hijo son los más importantes para el desarrollo de su inteligencia, confianza y autoestima. La lactancia materna es posiblemente el mejor primer paso, pero también sabemos que otros factores, como la manera en la que hablas a tus hijos, la forma en la que les explicas las cosas o cómo respondes ante situaciones estresantes y manejas sus enfados (y los tuyos) tienen un impacto (positivo o negativo) en el desarrollo de su memoria, atención y autoestima. Tanto si das el pecho como si tú bebé toma biberón, puedes aprender estas otras estrategias que contribuirán a su desarrollo intelectual y emocional. Sabemos que el cerebro es un órgano sensible que responde a los estímulos del entorno y los padres que saben como ser un buen estímulo para sus hijos influyen positivamente en su desarrollo.
Por Álvaro Bilbao – Autor de El cerebro del niño explicado a los padres
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Hola,
Acabo de leer este post que hizo en el 2017, sin embargo he buscado el estudio por qué estoy interesada en leerlo. habría alguna posibilidad de que me brindara el nombre del articulo ya que lo he buscado desde hace un buen tiempo y no he tenido la fortuna de encontrarlo. Ojalá recuerde el titulo.
Muchas gracias. Saludos desde la Ciudad de México.
Hola nain:
Aquí tienes el artículo original. Un abrazo!
https://www.sciencedaily.com/releases/2007/11/071105171949.htm#:~:text=In%20two%20studies%20of%20breast,of%20a%20gene%20called%20FADS2.
Estoy rodeada de madres q dieron leche materna y sus hijos son adolescentes ya y tienen alergias, asma y otros problemas que se supone se previenen con lactancia materna. Mi hijo tomó leche artificial y no tiene este tipo de dolencias. Por cierto, está diagnosticado de altas capacidades tras un año de estudio psicológico.