Muchas personas experimentan de manera natural olvidos frecuentes en su vida cotidiana. Yo soy una de ellas.
Durante el embarazo y la crianza de los hijos estos olvidos “cotidianos” llegan a ser muy frecuentes y preocupan a muchas embarazadas, mamás y papás.
Sin embargo, un reciente estudio de la Universidad de Canadá revela que estos olvidos podrían no solo no ser negativos sino incluso indicar que el cerebro está funcionando correctamente. Los investigadores concluyen esto al comprobar que las personas olvidadizas pueden estar realizando un cribado de recuerdos que les permite olvidar aquellos datos, tareas o incluso citas irrelevantes para recordar mejor y estar más pendiente de otras cosas que resultan prioritarias.
De hecho, según lo encontrado en este estudio, parece que una de las funciones de la creación de nuevas neuronas en el hipocampo es la de reemplazar recuerdos o información irrelevante por otra información más relevante o necesaria para el momento actual. Está claro que a partir de cierta edad este tipo de olvidos pueden llegar a ser preocupantes y deben ser estudiados, pero en personas jóvenes no suele ser así y hay que comprender cada caso en función de sus circunstancias. En el caso de las embarazadas y padres suelen tener circunstancias suficientemente complejas para entender que estos fallos de memoria responden a una necesidad adaptativa. En este momento de tu vida tu cerebro te está diciendo que lo más importante, lo único a lo que debes prestar atención es ese bebé que tienes en el vientre o entre tus brazos.
No es que la siguiente anécdota justifique nada desde el punto de vista científico, pero siempre me gusta recordarlo cuando tengo un olvido. Se trata del caso de Albert Einstein. Vivía tan enfrascado en su trabajo que se cuenta que más de una vez, camino de su casa en el campus de la Universidad de Princenton, se perdió por completo y tuvo que pedir indicaciones para poder orientarse. También olvidaba constantemente su cartera y paraguas y en más de una ocasión olvidó el cumpleaños de sus hijos (parece claro que para él eso no era lo más importante).
En cualquier caso, el ejemplo puede servir para ilustrar lo que les pasa a muchas embarazadas y padres. Están plenamente centrados en la crianza y las necesidades del bebé y eso hace que otro tipo de información sea clasificada como irrelevante. Parece como si su cerebro quisiera liberar espacio y para ello siguiera el lema del mismo profesor Einstein quien dijo en una ocasión.”No guardes en tu cerebro nada que puedas anotar en un papel”.
A pesar de lo que acabas de leer estos fallos de memoria se circunscriben a un tipo específico de memoria conocido como memoria prospectiva y que sirve para recordar cosas que tenemos que hacer. Sin embargo, las personas más inteligentes suelen muy desarrollados otros tipos de memoria lo que les permite recordar sus aciertos y errores, información relevante que aprendieron durante toda su vida, así como dónde encontrar la información que les falta. Por eso, ayudar a nuestros hijos a desarrollar su memoria es una buena idea si quieres ahorrar a tus hijos muchas horas de estudio y ayudarles a recordar aquello que realmente les pueda ayudar en la vida.
Por Álvaro Bilbao – Autor de El cerebro del niño explicado a los padres (Plataforma Editorial)
