15 cosas que no forman parte de la declaración de los derechos del niño

Los derechos del niño son un conjunto de normas promulgadas por la ONU en su convención de 1989 y firmadas por la inmensa mayoría de países del mundo. Estos derechos son universales (para todos los niños), e incluyen principios como la no discriminación, el derecho a la educación y a crecer en una vivienda digna y en un hogar libre de agresiones. La convención es un tratado esencial para asegurar la alimentación, el juego y un desarrollo psicológico y social positivo de todos los niños del mundo y es fundamental porque obliga a los países a tener en cuenta a los niños en el desarrollo y aprobación de nuevas leyes.

Todos estamos de acuerdo en proteger a los niños, asegurar su bienestar y hacer valer sus derechos y es importante que así sea. Sin embargo, precisamente para dar valor a estos derechos es importante recordar otras cosas que no son derechos y que por tanto no son de obligado cumplimiento. Estas son algunas cosas que no están en la declaración y que por lo tanto no son derechos obligatorios de los niños. Puedes no cumplirlas sin vulnerar por ello sus derechos o desarrollo psicológico o emocional.

1. Cenar y desayunar viendo dibujos

2. Cambiar los dibujos de Pepa Pig si el capítulo que está viendo le aburre

3. Comprar otro helado si el que tiene se le cayó al suelo

4. Ir a Disneylandia

5. Ganar un premio por hacer sus tareas

6. Comer dulces todos los días

7. Usar el smartphone de papá o mamá

8. Salir de la cocina sin recoger su plato

9. Poner siempre su música en el coche

10. Beber la leche siempre con pajita

11. Elegir el color de la pajita

12. Beber el zumo de naranja pasado por el colador

13. Pintarse la cara cada vez que vamos al centro comercial

14. Poner pegatinas en todas los armarios de la casa

15. Tener su propio smartphone al hacer la comunión

No tengo nada en contra de que los niños disfruten, pero hay cosas que les ayudan a ser felices y cosas que realmente son irrelevantes y que en algunos momentos nos hacen ser esclavos. En un tiempo en el que la sobreprotección es uno de los temas que más preocupan a los psicólogos y educadores, he querido escribir este post para resaltar algunas cosas que gustan a los niños, pero no son un derecho ni aportan mucho a su felicidad. Sentirse seguros, queridos por sus padres, educados en función de sus necesidades de desarrollo y sin ser gritados, pegados o amenazados si que son un derecho. Centrémonos en lo importante.

Por Álvaro Bilbao – Autor de El cerebro del niño explicado a los padres

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