Ayer por la mañana, hicimos una excursión con un buen amigo y sus hijos. En un momento dado, uno de los niños, de 4 años, se puso a chillar porque su hermano no le dejaba el paraguas. Después de intentar tranquilizarle sin mucho éxito (el niño estaba muy cansado) mi amigo le dijo…”Hugo! ¿Quieres dejar de gritar como una chica!??”. Acto seguido se volvió a mi y me preguntó…”Alvaro, tu que sabes de estas cosas…¿Qué puedo hacer para que no grite como una chica?”.
No es la primera vez que escucho mensajes así en el parque, o en la puerta del colegio…”No seas nenaza”, “Eso es de chicas”, “A los chicos no les gusta Frozen”, “Corres como una chica”, y lo más triste es que quien lo dice no son los niños, sino los propios padres.
Sabemos que los niños nacen sin estereotipos. Es natural. En realidad los estudios científicos ponen de manifiesto una y otra vez que no hay diferencias entre chicos y chicas en cuanto a su capacidad intelectual se refiere. Los chicos NO son mejores que las chicas en ciencias y matemáticas como muchos padres creen. Las chicas NO son mejores en capacidad . A veces, los estudios encuentran alguna diferencia sutil entre chicos y chicas en alguna capacidad cognitiva, pero son diferencias que se dan en grupos muy grandes. Si elegimos a un chico cualquiera y una chica cualquier no encontraremos diferencias. No hay diferencias prefijadas entre tu hijo y tu hija. O entre tu hijo y una compañera de su clase. Obviamente no somos iguales en cuanto nuestro aspecto físico porque tenemos atributos sexuales distintos….pero somos esencialmente iguales en todo lo que tiene que ver con ser persona o ser inteligente. No hay manera de diferenciar un cerebro de un hombre y de una mujer una vez está fuera de su cuerpo…porque somos iguales.
Así que Le he mandado este vídeo con un mensaje de e-mail muy escueto que podéis leer más abajo. No dejes de ver el vídeo ni el mensaje más abajo.
“El problema no es que Hugo tenga la voz grave o aguda o que chille más o menos. Cuando tenga 5 años gritará menos y cuando tenga 16 su voz será mucho más grave. El problema es que cuando le preguntas enfadado “¿Quieres dejar de gritar como una chica?!” estás denotando muchas cosas. Que todas las chicas gritan igual. Que las chicas son débiles o no hacen las cosas bien. Y que actuar como una chica es motivo de vergüenza. Está claro que estas tres ideas son falsas.. Pero más importante…¿Qué pensará su hermana de todo esto? ¿Qué mensaje le estás dando a Hugo sobre el resto de chicas del mundo? Sobre su madre, sobre su hermana, sobre su compañera de pupitre, sobre sus futuras parejas o hijas? No seas troglodita y deja de usar esas expresiones.”
He preguntado a mi amigo y me ha dejado compartir esta anécdota, pero cambiando el nombre de su hijo…porque al que le da vergüenza ahora es a él. Como muchos de los que leáis el post, es una buena persona y no se daba cuenta de las implicaciones que había en sus propias palabras. Ahora ya sí.
Hoy es el día contra la violencia de género. Año 2017 y todavía taaaaanto que avanzar en el mundo…
Se hacen muchas campañas dirigidas a los adultos, a las mujeres que sufren maltrato, pero lo curioso es que, al menos en este tema, el mayor avance posible está en nuestras manos. En manos de los padres. Porque sabemos que la apreciación del otro sexo se aprende en un 90% de lo que observamos y escuchamos en nuestra familia. Los comentarios machistas de padres, madres, cuñados, tíos, abuelos están totalmente fuera de lugar. Pensar en las implicaciones de lo que vamos a decir antes de hablar es un paso. Transmitir y compartir este mensaje otro.
Por Álvaro Bilbao – Autor de “El cerebro del niño explicado a los padres”